Y
digo Hockey sobre Hielo y no NHL (National Hockey League) porque los primeros
recuerdos que tengo de este deporte datan de los Juegos Olímpicos de Invierno
de Calgary en 1988 (bueno, antes fue la película “El Castañazo”, pero eso se lo
dejo a mi amigo Juan Navarrete) y en concreto a la selección de la Unión Soviética donde había un
jugador que me llamaba mucho la atención: Sergei Makarov.
En
aquellas Olimpiadas la Medalla
de Oro fue para la Unión Soviética ,
la de Plata para Finlandia y la de Bronce para Suecia, dejando fuera de las
medallas a la anfitriona y gran favorita Canada que quedó cuarta y Estados
Unidos ni siquiera pasó a la Fase Final
de la competición.
Durante
varios años me tuve que conformar con ver algún partido de selecciones, sobre
todo en Juegos Olímpicos o alguna fase final de algún mundial, pero ya había
puesto mi empeño en ver partidos de la
NHL , de la que había visto alguna imagen suelta del mítico
canadiense Wayne Gretzky.
Cuando
por fin pude encontrar partidos de la
NHL , coincidió con la época dorada de los Pittsburgh Penguins
que consiguieron consecutivamente en 1991 y 1992 la Stanley Cup , el trofeo de campeones
de la NHL.
Soy
seguidor de los Penguins, y no por ser de los Steelers o viceversa, sino por
culpa del Duo Dinámico atacante de aquellos Penguins: Mario Lemieux y Jaromir
Jagr.
Un
canadiense que ya demostraba ser una de las estrellas de la liga y un joven
checo que llegaba con fuerza para instalarse entre los grandes de la
NHL. Son dos leyendas de este deporte:
Mario Lemieux forma parte del Hall of Fame de la NHL desde 1997 y estuvo jugando hasta 2006 con 17
temporadas en la liga, tras haber superado un cáncer (enfermedad de Hodgkin) en
1993 y convertirse en propietario de los Penguins en 1999, su único equipo en
la liga. Consiguió seis premios de máximo anotador y dos de mejor jugador de
los Playoffs con su número 66 a
la espalda.
Jaromir
Jagr formó parte de los Penguins desde 1990 hasta 2001, y en su carrera ha
conseguido cinco veces el premio de máximo anotador y una vez el de jugador más
valioso de la liga. En la actualidad todavía sigue en activo a sus 40 años con
los Dallas Stars. Como curiosidad, su número 68 es en honor a la “Primavera de
Praga” de 1968.
Pero
hay un tercer jugador que hace que siga disfrutando de mis Penguins y que nos
llevó a conseguir la Stanley Cup
en 2009: Sidney Crosby. Otro canadiense que juega con el nº87 y que fue nº1 del
draft de 2005, por lo que coincidió en el equipo con “Supermario” Lemieux.
Recientemente ha renovado su contrato con los Penguins hasta la temporada
2024-2025 nada más.
Al
igual que me pasa con las Series Mundiales, la Stanley Cup es otro de
esos eventos que intento no perderme nunca. En 2012 el equipo que consiguió la Stanley Cup por primera vez en
su historia fue Los Angeles Kings, que se impusieron por 4-2 a los New Jersey Devils en la
gran final. Con dos victoria en la prórroga en New Jersey y un claro 4-0 en el
Staples se colocaron con un claro 3-0, pero dos victoria consecutivas de los
Devils dieron emoción a esta gran final, pero el sexto partido fue un paseo
para los Kings que ganaron por 6-1 y celebraron su primer título en casa.
A
mi me resulta un deporte apasionante y muy dinámico, aunque sin duda lo que más
suele llamar la atención son las habituales peleas que se producen, sobre todo
debido a que es un deporte de mucho contacto.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO
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