Tras un más que necesario periodo de descanso retomo con energías renovadas el hilo del blog, y para ello nada mejor que hacerlo con Baloncesto y la que ha sido mi primera colaboración para @pivotworld9 sobre un gran jugador como Reginald "Reggie" Johnson. Este texto fue publicado en la página web http://www.pivotworld9.com/ , imprescindible para todo buen aficionado al Baloncesto, en enero de 2014 y en breve volveré a colaborar con esta magnífica web, plagada de sensacionales artículos y que está dedicada a los más grandes sobre la pista. Dar las gracias a un crack como Jordi Perramón (@guguseti) por todas las facilidades que me ha dado, así como por ser el artífice del nombre de este artículo.
REGINALD "REGGIE" JOHNSON, EL TALENTO DE LA SOBRIEDAD
Hay
jugadores cuyo valor y aportación a su equipo está muy por encima de los meros
datos estadísticos, y Reginald “Reggie” Johnson fue uno de esos jugadores,
tanto en su periodo en la NBA ,
donde consiguió un anillo de campeón con los Philadelphia 76ers, como en su amplio
periplo europeo. Con sus 2,05 de altura y 93 Kg de peso fue un cuatro que poseía un buen
tiro de media distancia y sabía moverse con soltura de espaldas al aro, lo que
le permitía tener unos buenos números en anotación, además reboteaba con
facilidad y era un aguerrido defensor, pero sobre todo era un magnífico jugador
de equipo. No se caracterizaba por ser un jugador espectacular sino más bien al
contrario, puesto que en su sobriedad y efectividad tenía sus mejores bazas.
Este
pívot estadounidense nació el 25 de Junio de 1957 en Atlanta (Georgia), jugó en
la High School
de Cedar Grove en Ellentown, Georgia, y completó su etapa universitaria en la Universidad de
Tennessee, siendo el quinto máximo anotador histórico de dicha Universidad.
Con
los Volunteers promedió en sus cuatro años 18,3 puntos y 8 rebotes, siendo su
mejor temporada a nivel estadístico la de sophomore con 21,2 puntos, 9,6
rebotes y 1,3 asistencias. Estos números lo llevaron a ser elegido en el puesto
nº15 de la primera ronda del Draft de la
NBA de 1980 por los San Antonio Spurs, por delante de
jugadores como Larry Drew y Rick Mahorn o de dos jugadores que estuvieron en la ACB como Wayne Robinson y Brad
Branson.
En
su año rookie con los Spurs de George Gervin, temporada 1980-81, promedió 10,2
puntos y 4,5 rebotes por partido en 21,7 minutos de juego, participando en 79
partidos y llegando con el equipo a Play-Offs. Al año siguiente, tras los
primeros 21 partidos de temporada fue traspasado junto a Ron Brewer a los
Cleveland Cavaliers a cambio de Mike Mitchell y Roger Phegley. Con los
Cavaliers disputó 23 partidos con 9,7 puntos y 5,4 rebotes en 26,8 minutos,
pero nuevamente fue traspasado, en este caso a los Kansas City Kings a cambio
de Cliff Robinson. En esta temporada 1981-82 jugó 31 partidos con los Kings con
unos buenos promedios de 12,2 puntos y 6,1 rebotes en 25,3 minutos.
La
temporada 1982-83 la comenzó en los Kings, pero tras el All Star fue traspasado
a los Philadelphia 76ers, quienes buscaban un buen relevo para su juego
interior de cara a los Play-Offs. Aunque su participación en las finales de ese
año fue casi testimonial, los 76ers se alzaron con el anillo de campeones tras
vencer en la final a Los Ángeles Lakers por 4-0.
Tras
la consecución del título, los 76ers decidieron traspasarlo a los New Jersey
Nets a cambio de Eddie Phillips y Horace Owens. Con los Nets disputó 72
partidos en los que promedió 4,8 puntos y 1,9 rebotes, contando únicamente con
11,4 minutos de juego. Los Nets se metieron el Play-Offs, pero tras esta
temporada Reggie decidió cruzar el charco y probar suerte en el baloncesto
europeo.
En
sus cuatro años en la NBA ,
Johnson disputó 305 partidos de temporada regular en los que promedió 8,4
puntos y 4,1 rebotes en 19,6 minutos de juego. También disputó 19 partidos de
Play-Off, llevándose un anillo en el zurrón.
Su
primera parada en Europa fue en Italia, concretamente en el Marr Rimini de la
Serie A , donde jugó dos temporadas
completas con unos más que interesantes 20,8 puntos y 10,1 rebotes por partido.
Esto hizo que el Joventut de Badalona se fijase en él y lo fichase para la
temporada 1986-87, año en el que formó pareja de extranjeros con su compatriota
Joe Meriweather (recientemente fallecido) bajo las órdenes de Alfred Julbe. En
su primera temporada con el Ron Negrita Joventut fue campeón de la Copa Príncipe de Asturias y
subcampeón de la Liga ACB
tras caer en la final ante el F.C. Barcelona por 3-1. Sus números en el primer
año como jugador verdinegro fueron 19,6 puntos y 8,8 rebotes por partido, y su
tope anotador en un encuentro fue de 37 puntos.
En
mi Penya jugó cuatro temporadas, compartiendo vestuario con grandes leyendas
verdinegras como Jordi Villacampa, Josep María Margall, José Antonio Montero y
los hermanos Rafael y Tomás Jofresa entre otros. Aquí jugó sus mejores años,
rindiendo al máximo nivel y siendo uno de los líderes en la sombra del equipo.
Los intangibles que aportaba eran el aditamento perfecto en un equipo lleno de
talento, y Julbe supo sacarle su mejor rendimiento. En ese periodo consiguió
otra Copa Príncipe de Asturias (1988-89) y el subcampeonato de la Recopa de Europa en 1988,
año en el que también jugó el All-Star de la ACB.
Su
mayor logro con la Penya
fue la consecución de la Copa Korac
en la temporada 1989-90, bajo las órdenes de Pedro Martínez (que había
sustituido unas semanas antes a Herb Brown al frente del banquillo verdinegro),
venciendo en la final al siempre difícil Scavolini de Pesaro que dirigía Sergio
Scariolo.
En
sus cuatro temporadas en el Joventut de Badalona llegó a alcanzar unos números
que lo hacen formar parte muy importante de la historia del club, logrando
2,670 puntos (5º mejor anotador del club en ACB) además de ser el tercer
reboteador y cuarto taponador del club en ACB.
Al
año siguiente, temporada 1990-91 volvió a Italia, en este caso al Birra Messina
Trapani de la Serie A 2,
con el que consiguió el ascenso a la
A 1. Seguía siendo un jugador de gran nivel, y prueba de ello
fueron los 35 puntos que anotó frente al Filanto Forli, y los 26 rebotes que
capturó tres días después frente al Panasonic Reggio Calabria. Durante la
temporada promedió 21,7 puntos y 10,4 rebotes por partido.
En
la temporada 1991-92 vuelve a España, concretamente al Elosua León, ya con 34
años, donde sigue demostrando su profesionalidad y aportando minutos de calidad
al equipo. En tierras leonesas permaneció durante tres años, hasta la temporada
1993-94, con unos buenos números de más de 10 puntos y 6 rebotes por partido. Al
año siguiente volvió a ser requerido por el Baloncesto León para sustituir en
Febrero a Carlus Groves, jugando los últimos doce partidos de la temporada con
el equipo y finalizando de esta manera su carrera deportiva, puesto que se
retiró al final de la temporada con casi 38 años.
Yo,
personalmente, siempre tendré un afecto personal por Reggie Johnson por haber
formado parte de aquella Penya de finales de los 80, uno de los equipos
culpables de mi pasión por el baloncesto, y también por demostrar durante toda
su carrera algunas de las facetas que más valoro en un jugador como son la
ética de trabajo y la profesionalidad.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO