Retomando
el hilo de los dos textos publicados con anterioridad en este blog sobre la Natación española, con
una primera visión desde sus orígenes hasta los Juegos Olímpicos de Seúl’88 (
http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2014/01/la-natacion-valor-emergente-del-deporte.html ) en el que conté con la colaboración de la gran nadadora Laura
Roca, y un repaso desde Martín López-Zubero hasta los Juegos
de Atenas 2004 ( http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2015/02/la-natacion-valor-emergente-del-deporte.html ), retomaré el hilo por aquí y seguiré relatando los
éxitos más recientes de los nadadores españoles, que han sido muchos.
Pero
antes de adentrarme en los logros de los nadadores españoles en los siguientes
años, quiero que podamos disfrutar de un texto que me ha enviado el nadador
olímpico en Atenas 2004 Jorge Sánchez Balsas ( algunos de
los principales logros deportivos de Jorge a lo largo de su carrera fueron las
medallas de bronce en 200 espalda en los europeos de piscina corta de
Sheffield’98 y los Juegos del Mediterráneo de Túnez 2001, la plata en los
europeos júnior de Pardubice’94 en la misma prueba, un oro y dos platas en
pruebas de la Copa
del Mundo en 2000, un 13º puesto en los JJOO de Atenas 2004 en 200 espalda, además
de ser 28 veces campeón de España Absoluto en pruebas individuales y nº1 del
ranking nacional en 200 espalda entre 1997 y 2004, entre otras muchas cosas )
en el que nos hace un relato sintetizado de su carrera como nadador, desde sus
inicios, en un texto que ha llamado…
MI NATACIÓN (por Jorge Sánchez)
“Cuando
alguien me pregunta acerca de mi vida como nadador, siempre digo que el agua
fue, es y será un elemento especial en mi vida, que me ha dado gran parte de lo
que soy hoy en día.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
La
natación me ha forjado como persona, ya que después de muchas horas de trabajo
en el agua, en el gimnasio y en casi cualquier sitio que se pueda imaginar, me
ha aportado muchos aspectos que considero básicos como el esfuerzo, la
constancia o la autoexigencia.
Mis comienzos en la natación fueron como los de muchos,
pasados por horas de lloros, dolores de tripa y salidas corriendo por las
escaleras de la piscina, porque no era miedo, sino pánico lo que sentía por el
agua con 5 años. Paradojas de la vida, después pasé 22 años tirándome a ella el
primero, 3 días a la semana, para terminar haciendo doble o triple sesión casi
todos los días de la semana, descansando 15 días en verano.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
Poco a poco fui aumentando mis entrenamientos en
Zaragoza, hasta que después de quedar subcampeón de Europa Júnior en 200 metros Espalda en
1994, marché a la
Residencia Blume de Madrid para centrarme en la natación y
luchar por el sueño que, para mí, y creo que para cualquier deportista, es ir a
unos Juegos Olímpicos.
Después de cinco años en Madrid, sufrí uno de los
momentos más amargos de mi carrera, ya que después de haber bajado de los dos
minutos en 1998, me quedaba fuera de los Juegos Olímpicos de Sydney por 9
centésimas en la más cercana, pero también por 11, 13 o 15 centésimas en otras
tantas ocasiones.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
Este hecho hizo que cambiara completamente mi forma de
ver la natación. Hasta entonces sufría entrenando para llegar a la competición,
con nervios y cargado de responsabilidad mal llevada. A partir de entonces, y
gracias a Paulus Wildeboer, disfruté de cada entrenamiento (no sin sufrimiento
en algunos de ellos), así como de cada competición. Descubrí que el que se
esfuerza a tope entrenando, después sólo le queda disfrutar y luchar al máximo
por demostrar todo lo que ha trabajado, y algunas veces saldrá bien, y otras
veces no saldrá bien, pero siempre habrá que buscar los aspectos positivos y
negativos, y para mejorar la próxima vez.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
Con el grupo de nadadores del Club Natació Sabadell de
aquella época al cargo de Paulus (Olaf y Aschwin, Albert Medrano, Teo Edo,
Ricardo Barreda), trabajábamos mucho,
pero había un gran ambiente siempre. Recuerdo entrenamientos realmente duros en
Sierra Nevado o Font Romeu, en altura, en los que nos dejábamos todo, como uno
en el que estuvimos corriendo durante una hora a -15ºC . Aquello fue horrible,
con los gorros de lana pegados a la cabeza congelados, pero bueno, peor era
para Paulus que estuvo de pie sin moverse en toda la hora, o un día que hicimos
19.900 metros ,
y yo hice 100 suaves más porque era la primera vez que hacía 20.000 metros en un
día (y nunca más lo hice), y por la noche me dijo que esos 100 metros no estaban en
el programa, pero que había hecho muy bien en hacerlos…. No era un día
cualquiera.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
Gracias a Paulus y a mis compañeros, conseguí mi objetivo
de llegar a unos Juegos Olímpicos, los de Atenas 2004, en los que obtuve un 13º
puesto.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
Todo lo que rodea a los Juegos es increíble, y más en mi
caso, que en los anteriores me había quedado tan cerca, y que además, suponía
mi última competición en activo.
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
Desde la llegada a la Villa Olímpica , la Inauguración , o la
propia competición, fueron 15 días llenos de emoción y que recuerdo hoy como si
hubiera sido ayer mismo (y han pasado ya 11 años).”
Fotografía gentileza de Jorge Sánchez Balsas |
JORGE
SÁNCHEZ BALSAS
@jotiswim
Y
ahora, retomando el hilo por donde lo había dejado, y tras la ligera decepción
que supuso el no lograr medallas en Atenas, los nadadores españoles volverían a
conseguir metales en los Europeos en piscina corta de Viena, a finales de ese
año 2004, y concretamente fueron tres bronces, dos de ellos para Érika
Villaécija (400 y 800 libres) y el otro para Eduard Lorente en los 50
libres.
A
pesar de estas medallas, era claro que se había producido un pequeño bache en
la evolución de la natación española, lo que se vio en los mundiales de
Montreal 2005, salvada por la actuación de David Meca, que logró el oro en los 25 Km en aguas abiertas.
Había
muy buenos nadadores en ese mundial, pero las medallas estaban muy complicadas,
aunque hubo buenas actuaciones por parte de Marco Rivera, David
Ortega, Érika Villaécija (dos sextos puestos), Eduard Lorente (finalista
en 50 libres), Tatiana Rouba, Ángela San Juan, Sara
Pérez o Mireia García.
Se
estaba en un periodo de transición, con jóvenes nadadores que prometían mucho
para el futuro, pero con una sequía de medallas que resultaba extraña. No hubo
medallas en las siguientes tres competiciones importantes, y resultaba raro
para lo nos habían acostumbrado últimamente nuestros nadadores, y tuvieron que
ser nuevamente Eduard Lorente y Érika Villaécija quienes subieron
nuevamente al cajón a recoger sus medallas, un oro para Lorente en los 50 libres
y un bronce para Villaécija en los 800 libres, ambas conseguidas en el europeo
de piscina corta de Helsinki 2006.
Los
mundiales de Melbourne 2007 tampoco fueron muy propicios para nuestros
nadadores, salvándose solo Érika con dos cuartos puestos, las
únicas plazas de finalista conseguidas por la expedición española. Y fue
nuevamente un europeo en piscina corta, el de Debrecen’07, el que sirvió como
bálsamo y lanzadera para la
Natación española, que desde esta fecha siempre ha tenido a
alguno de los componentes del equipo nacional en el podio de las cinco grandes
competiciones (JJOO, mundiales y europeos, así como los respectivos en piscina
corta) salvo en Pekín’08 y en los mundiales de Shanghai’11. En Debrecen fueron
cuatro medallas las logradas, dos platas (Mireia Belmonte en 400 estilos, la
primera medalla importante del estandarte actual de la natación española, y Érika
Villaécija en los 800 libres, quedándose sólo a 13 centésimas del oro
que logró la danesa Lotte Friis) y dos bronces, ambos de la mano de Aschwin
Wildeboer en los 50 y los 200 espalda.
El
resultado obtenido en el europeo de Eindhoven 2008 fue todo un éxito para la
natación española, lográndose ocho medallas, con un oro para Mireia
Belmonte en los 200 estilos (batiendo el record de los campeonatos),
tres medallas de plata, dos de las cuales fueron para Érika Villaécija (800 y
1500 libres) y la tercera para una renacida Nina Zhivanevskaya en 50
espalda, y cuatro bronces, uno de ellos para la propia Nina en los 100 espalda,
otros dos para Rafa Muñoz en los 50 y 100 mariposa, y finalmente otro para Mireia
Belmonte en los 200 mariposa.
Se
llegaba a los mundiales en piscina corta de Manchester’08, que ese año se
celebraban en abril, dos semanas después del europeo, con la moral muy alta
tras lo conseguido en Eindhoven, y fueron las chicas las que se colgaron los
metales al cuello, con dos medallas para Mireia Belmonte (plata en 200
estilos y bronce en 400 estilos, siendo el oro en ambas pruebas para la
nadadora de Zimbabwe Kirsty Coventry) y una para Érika
Villaécija (bronce en los 800 libres).
Los
Juegos Olímpicos de Pekín 2008 no resultaron positivos. Nos fuimos sin medallas
y con sólo un diploma olímpico logrado por Aschwin, pero hubo un buen grupo de
grandes nadadores defendiendo nuestros colores como Javier Noriega, Brenton Cabello, Borja
Iradier, Sergio García, Melquiades Álvarez, Javier Núñez,…
…
y no menos buenas las mujeres, donde estaban entre otras Merche Peris, Melani
Costa, Escarlata Bernard, Lydia Morant, María Fuster, Noemí
Feliz…
…
así como nadadores de aguas abiertas como Kiko Hervás y Yurema Requena.
Los
europeos en piscina corta de Rijeka’08 no se le dieron nada mal a los nadadores
españoles, puesto que fueron siete las preseas obtenidas, con un Aschwin
Wildeboer descomunal, puesto que tres de esas medallas (todas en su
estilo de espalda, oro en los 200 y plata tanto en 50 como en 100) fueron
conseguidas por él, un Rafa Muñoz que se hizo con otras dos
medallas (plata en 100 mariposa y bronce en los 50 mariposa), una Mireia
Belmonte que cada vez se afianzaba mas en la élite de la Natación mundial merced
al oro en los 400 estilos, y un joven Alan Cabello que se hacía con el
bronce en los 200 estilos.
El 5 de abril
de 2009, durante los campeonatos de España en Málaga, Rafa Muñoz batía el
record mundial del sudafricano Roland Schoeman en los 50 mariposa
con una marca de 22’43, una plusmarca que sigue vigente a fecha de hoy.
Pero no fue el
único record mundial batido por un español ese año, puesto que Aschwin
Wildeboer rebajaba la plusmarca mundial de los 100 espalda que
ostentaba Aaron Peirsol con unos fantásticos 52’38 en los Juegos del Mediterráneo
de Pescara, como primer relevista en una prueba de relevos, aunque el
estadounidense recuperó la plusmarca mundial una semana después.
Y hasta aquí
por el momento, emplazando a los lectores a una cuarta y definitiva parte de
este artículo, que llegará en próximas fechas. En el próximo texto
rememoraremos los muchos logros de la Natación española desde los mundiales de Roma’09
hasta la actualidad, donde ya se incluirá lo que suceda en los mundiales de
Kazán’15. Os emplazo hasta entonces, y os anticipo que contaré con una nueva
colaboración de lujo en ese texto…
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO