El universo
del fútbol, a imagen y semejanza de la sociedad actual, se está alimentando
cada vez más de los enfrentamientos, los conflictos y las rivalidades:
Izquierda vs Derecha, Blanco vs Negro, Madrid vs Barça, Buenos vs Malos, Marvel
vs DC, …, fomentando con ello el odio y la violencia hacia lo opuesto, por lo
que encontrar afinidad y “buen rollo” entre equipos y, especialmente, entre aficiones
es cada vez más complicado, y por ello considero que la relación existente
entre el Linares Deportivo y el Córdoba C.F. es un oasis que se debe tomar como
ejemplo a seguir por el bien del futuro del Deporte en general y del Fútbol en
particular.
Este próximo
sábado 19 de agosto tendremos en Linarejos un nuevo duelo entre estos dos
grandes equipos que, al igual que la pasada temporada, competirán juntos en la
1ª RFEF. Será en la XXXV edición del Torneo “Ciudad de Linares”, con la Cabria
de Plata en juego, y seguro que los dos equipos ofrecerán un gran juego sobre
el césped, pero el mayor espectáculo se vivirá en las gradas como viene siendo
habitual en los últimos enfrentamientos entre ambos equipos, así que os animo a
todos aquellos que podáis a ir al partido y gozar con el ambiente que se
vivirá.
No es que
esté en contra de las rivalidades, en determinadas situaciones pueden añadir el
plus que necesita la gente para disfrutar mejor del Deporte, pero sí que estoy
en contra de llevarlos al extremo, que por desgracia es a lo que se tiende. En
ocasiones las rivalidades no son meramente deportivas, influyendo también en
las mismas otros factores como, por ejemplo, políticos, sociales, económicos y
discriminatorios. Hay ejemplos muy claros que todos conocemos, yo mismo vivo
muy de cerca la de Linares vs Jaén, una rivalidad que trasciende lo puramente deportivo,
aunque al final se acaba encauzando en eso.
Siento
envidia sana cuando por televisión veo partidos de diferentes deportes en otros
países en lo que se ven a aficionados de ambos equipos contendientes mezclados
y animando a los suyos sin que se produzca el menor altercado, algo casi
utópico en las diferentes categorías del Futbol español, pero eso mismo lo pude
vivir yo el año pasado tanto en el Nuevo Arcángel como por las calles de la
preciosa Córdoba, lo cual pude disfrutar junto a mi hermano Ilde, mi sobrino
Alejandro y nuestro amigo Rafa.
A continuación os contaré un poco como fue para nosotros aquel día, uno de los que he vivido con mayor intensidad en un ambiente futbolístico fuera del Gachi, y eso a pesar de la derrota de mi Linares…
El 20 de
noviembre de 2022 se disputó el partido entre el Córdoba CF y el Linares
Deportivo a las 16:00, correspondiente a la 12ª jornada del Grupo I de 1ª RFEF
con el liderato en juego entre ambos conjuntos, y como el espectáculo merecía
la pena nos pillamos las entradas unos días antes y por la mañana temprano nos
encaminamos hacia la hermosa ciudad de Córdoba.
Llegamos
pronto y nos paramos a desayunar después de callejear un poco con la enorme satisfacción
de ir por la calle con nuestras camisetas del Linares Deportivo con absoluta
comodidad y tranquilidad, cruzándonos en numerosas ocasiones con multitud de
gente con camisetas tanto blanquiverdes como azulillas con total normalidad, lo
que presagiaba que iba a haber un ambientazo tremendo en el estadio y un
ambiente espectacular, como al final sucedió.
Para las doce de la mañana la afición linarense, que se calculaba por la venta online de entradas que iban a ser en torno a los mil quinientos, había organizado una quedada en la Plaza de la Corredera, y por supuesto que nosotros nos dirigimos hacia allí, disfrutando de una buena comida y de los cánticos de los aficionados linarenses a los cuales nos unimos. Era todo tan distendido que incluso mi sobrino y otros niños de Linares estuvieron jugando una pachanguilla allí mismo con algunos chavales cordobeses…
Tras reponer
fuerzas y con el nerviosismo propio de un partido que empezaba en menos de dos
horas nos encaminamos hacia el estadio con la intención de tomarnos un café en
alguno de los bares de los alrededores del estadio. Nos metimos en uno llevo de
blanquiverdes y disfrutamos de nuestro cafelillo mientras veíamos como los
aficionados del Córdoba se encaminaban hacia “El Avión”, donde habían quedado
con Infierno Azulillo para realizar un acto improvisado de hermandad entre
ambas aficiones y nosotros nos unimos a ellos para presenciar el acto.
A continuación nos encaminamos hacia el Nuevo Arcángel donde llegamos con bastante antelación y pudimos contemplar con agrado como se iba llenando el graderío. En la zona en la que estábamos nosotros había mayoría azulilla pero estábamos mezclados junto a muchos aficionados cordobeses, y yo mismo tenía a cuatro delante, a dos detrás, y a un grupo de niños al otro lado del pasillo. También se encontrada en mi fila cinco asientos hacia mi izquierda una linarense de pro como la candidata de MI LINARES a la alcaldía Juana Cruz, quien se dejaba como siempre la garganta animando al glorioso.
Con la salida de los jugadores al terreno de juego se entonó en todo el graderío el himno del Córdoba y nosotros, en señal de respeto, alzamos nuestras bufandas como nuestros hermanos cordobeses mientras ellos hacían retumbar el estadio.
Llegó el
momento del pitido inicial y de que cada parte de la afición animase a los
suyos. Los linarenses comenzaron bien y tuvieron un par de acercamientos con
peligro a la meta contraria, mientras que por el Córdoba era Cristian
Carracedo, azulillo la temporada anterior, quien con su velocidad y desborde
creaba peligro sobre la meta de Ernestas, que tuvo que hacer una gran parada
para evitar el tanto cordobesista.
En el minuto 8 la grada azulilla, como hacemos en todos los partidos, lanzamos nuestros aplausos al cielo para recordar a nuestro eterno capitán Fran Carles, un acto al que se nos unió un gran número de aficionados cordobesistas.
Durante los
siguientes minutos continuaron las llegadas linarenses pero el dominio del esférico
pasó a ser del Córdoba, que comenzó a mover el balón con bastante criterio y crear
ocasiones a balón parado, especialmente en los saques de esquina.
El aspecto que presentaban las gradas del Nuevo Arcángel era la de los grandes partidos, con una asistencia total de 18.250 espectadores, unos 1.500 desplazados desde Linares, lo que suponía la asistencia más alta de toda la temporada hasta esa decimosegunda jornada en toda la 1ª RFEF. En lo que al partido respecta los siguientes minutos de desarrollaron de forma similar con ocasiones para ambos equipos y un mayor control del tempo por parte del Córdoba.
Las llegadas cordobesistas eran cada vez más peligrosas y estaban comenzando a rondar el gol, pero justo cuando mejor estaban los locales…
… una acción
del Linares por banda derecha se convirtió en un centro medido de Álex Sancris al corazón del
área donde Hugo Díaz se adelantaba a la defensa verdiblanca y con un certero
cabezazo anotaba el 0-1 que desataba la alegría de los aficionados mineros.
El Córdoba
se lanzó en los últimos minutos de la primera parte en busca del empate, intentando
embotellar al Linares adelantando la presión buscando robar el balón en zonas
próximas al área rival y colgando balones al área, pero la mejor ocasión la
tuvo el Linares, que estuvo a punto de anotar el 0-2 justo antes de que el
colegiado señalase el descanso el partido.
Las primeras
ocasiones tras la reanudación fueron para el Linares con un disparo desde fuera
del área y un balón filtrado cortado por la defensa…
… aunque fue algo efímero puesto que el Córdoba salió en tromba en busca de un empate que acabó anotando Willy Ledesma, que remachó desde el área pequeña una buena combinación de los atacantes cordobesistas.
Lejos de conformarse con el empate el
equipo local, alentado por su gente, continuó con el asedio al área linarense
hasta que llegó el 2-1, obra de Antonio Casas con un golpeo de cabeza que hizo inútil
la estirada de Ernestas.
Ya con el marcador a su favor los pupilos de Germán Crespo controlaron la posesión del esférico y tuvieron varias ocasiones para sentenciar el encuentro, con alguna llegada linarense entre medias, sabedores de la peligrosidad del Linares en los últimos metros, pero no lo consiguieron y dejaron el partido abierto para los minutos finales.
Abeledo, recién
entrado en el campo, provocó una falta al borde del área muy peligrosa que botó
el mismo, pero su disparo por encima de la barrera se fue excesivamente alto.
Poco después fue el mismo Abeledo quien tuvo el empate en sus pies con un
disparo con su pierna buena, la zurda, desde la altura del punto de penalti,
pero su disparo raso colocado salió rozando la base del poste derecho de la
portería de Carlos Marín.
Los
jugadores de Alberto González se lanzaron en busca del empate a la desesperada
en los últimos diez minutos, logrando buenos acercamientos pero también dejando
espacio atrás para las contras cordobesistas.
La mejor
ocasión para empatar la tuvo Aitor Gelardo, que se adentró en el área cordobesista
por el centro hasta llegar a la altura del punto de penalti, llenándose de
balón y lanzando su fuerte disparo por encima del larguero con el cancerbero
local vencido abajo.
Tras errar esa clarísima ocasión el Linares se vino abajo y al Córdoba le bastó con controlar el balón y salir en rápidas contras, teniendo varias opciones de lograr el tercer tanto.
Aún así, el Linares Deportivo tuvo una última llegada al área al área cordobesista pero el centro desde línea de fondo de Abeledo fue atajado por Carlos Marín, momento en el que el colegiado señaló en final de un vibrante encuentro que finalizó con la justa victoria del Córdoba CF por 2-1, lo que le afianzaba en esos momentos en el liderato de la clasificación.
Una vez finalizado el encuentro los aficionados mineros nos quedamos a despedir a nuestro equipo, ofreciéndoles una gran ovación por el esfuerzo realizado durante los noventa minutos, produciéndose una vez más esa comunión tan bonita que tenemos con nuestros jugadores.
Tras la
tensión vivida por todos en un encuentro tan intenso también se produjo la
comunión entre aficiones, con cánticos cruzados de apoyo mutuo entre ambas hinchadas,
dando muestra de la hermandad entre ambos clubes y de ese “fair play” que tanto
echo en falta en el Fútbol actual, y por eso mismo siempre llevaré en el
corazón tanto este partido como cualquier enfrentamiento que tenga Mi Linares
con Mi Córdoba CF, a los cuales siempre les desearé lo mejor, y ojalá cunda el
ejemplo de estas dos aficiones ejemplares.
Por último, comentar
que estos dos equipos se volverán a enfrentar nuevamente en pocas semanas,
concretamente el 17 de septiembre, en el Nuevo Arcángel en partido
correspondiente a la cuarta jornada de Liga en el Grupo II de Primera RFEF, y
seguro que se volverá a vivir una nueva fiesta del Fútbol de las que merecen la
pena vivir y disfrutar, pase lo que pase sobre el césped, y ojalá esta hermandad forjada se prolongue en el tiempo y que las proximas generaciones de azulillos y cordobesistas la mantengan viva.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO