Para
mi es un inmenso honor poder contar con una nueva colaboración de auténtico
lujo para este blog, y es que en este caso, para esta nueva entrada de la
sección “Crónicas de Baloncesto en Linares”, he contado con la ayuda de una
amiga y compañera de instituto, donde compartimos clase y ratos de basket, ella
en la pista y yo en la grada junto con otros compañeros que solíamos ir a verla
jugar: LENI RICO.
Leni
formó parte del CB Santana, ese equipo de baloncesto femenino que tantos buenos
ratos nos ha hecho pasar a los linarenses, y actualmente es actriz en Los
Ángeles, donde se codea con las grandes estrellas del celuloide.
Aquí
os dejo el texto que me ha enviado para que podáis conocer como fue su relación
con el Baloncesto en Linares y su actual vida en Los Ángeles como actriz.
Mi vida y el Baloncesto
“Hola, soy
Leni Rico, aunque todos los que me recuerdan del baloncesto me conocen como Maleni con el numero 8. Todavía debo tener alguna antigua
camiseta con mi nombre... Fue mi amiga Santi la que un día decidió cambiarme el
nombre a algo mas corto, ya que mi nombre real es María Magdalena. Algo largo
para nombrar cuando estas jugando... jajaja
Recuerdo mi
primer entrenamiento oficial con el Club CB Linares, una vez seleccionada desde
mi colegio, “Las Esclavas”. Cuando llegué al entrenamiento, las chicas
del Club de entonces me tiraron chinchetas al suelo para que me pinchara, ya
que no llevaba las zapatillas adecuadas. Aunque por supuesto no me
gustó, no le di importancia y seguí corriendo. Mi entrenador, Ángel
Eusebio Castillo, no se dio ni cuenta, pero curiosamente esas chicas
terminaron fuera del equipo y terminé llevando las mejores zapatillas de
baloncesto que había a la última durante los siguientes 11 años. Tenía 12 años
cuando empecé y no pude parar hasta los 23, lo que es oficialmente jugando como
profesional. Tuve las mejores experiencias de mi vida que aún recuerdo con
muchísimo cariño.
Cuando empecé,
mi altura era normal, como el resto de las compañeras, pero al cumplir los 15
pegué un estirón y les saqué casi una cabeza. Ya jugaba de base y no quería
jugar de pívot. Aunque en el equipo me llamaban “la comodín” porque podía jugar
en cualquier posición, a mi lo que gustaba era subir el balón y controlar el
juego. Me gustaba jugar rápido, y al ser muy alta tenía mucha visibilidad para
pasar el balón a los aleros y a los pivots. Mi mejor arma eran los pases
y sobre todos los pases largos. Donde ponía el ojo ponía la bala... Eso hizo
que intentaran bloquearme desde que cogíamos el rebote, a veces tenía dos
jugadoras conmigo al mismo tiempo, ya que si el rebote era mío, ponía a mis
compañeras a correr y pies para que os quiero... les miraba y donde ponían la
mano ahí iba el balón, me encantaban los pases largos. Me gustaba mucho jugar
en equipo y pasar el balón. Quizás tenía que haber tirado más, ya que mi tiro
no estaba nada mal.
Jugar en
equipo te enseña a respetar a tus compañeras, te da disciplina y principios, así
como crear una familia de amigas. Se necesita mucha disciplina de trabajo, dedicación,
sacrificio y pasión por lo que haces para seguir tantos años y no tirar nunca
la toalla. Cuando tienes una visión como equipo vas a por todas y lo das todo.
Mi
vida era solo baloncesto, entrenar, viajar, jugar y sobre todo ganar. Al
principio a mis padres no les gustaba mucho la idea de estar viajando
continuamente, sobre todo a mi padre, pero mi gran pasión hizo que no le
quedara otra cosa que aceptarlo. Siempre tuve el apoyo de mi madre, y que todo
sea dicho de paso, es la MEJOR !
Con el tiempo hice que estuvieran muy orgullosos.
Todos los
días, después del colegio y del instituto, entrenábamos. Casi con la comida en
la boca llegaba al pabellón Julián Jiménez, al que le llamábamos nuestra
“segunda casa”, y entrenábamos por horas. Los entrenamientos eran muy
divertidos y la mayoría bien duros, sobre todo en la pretemporada, cuando
entrenábamos dos veces al día y por muchas horas, además de las caminatas que
nos dábamos hasta llegar a la
Virgen de Linarejos a correr y a los pabellones.
Las carreras
suicidas, aprender jugadas de ataque, defensa, manejo de balón, etc... Eran
muchísimas horas a la semana que no cambiamos por nada. Llegó un momento en que
jugaba en dos equipos al mismo tiempo, con el equipo cadete y el senior,
entrenaba entre 2 a
4/5 horas diarias. El jugar con las mayores me dio mucha experiencia y llegué a
estar en la selección andaluza, lo cual me dio mucha alegría, además de ser
entrenadora de un equipo de niños y otro de niñas. Fue increíble verlos crecer
y prosperar como jugadores.
Los viajes
fueron lo mejor, los autobuses, los hoteles, los restaurantes, donde
quiera que fuéramos la “liábamos”. Siempre riéndonos de todo y llamando la
atención. Vivíamos con muchísima ilusión cuando teníamos equipaciones
nuevas, cuando cambiábamos los colores del club, las nuevas zapatillas o los
nuevos sponsors. A lo largo de los años se nos conoció como CB Linares, CAB
Linares, CB Santana y CB Santana-Sondeos del Norte.
Lo primero
que teníamos que hacer para clasificarnos al sector andaluz era ganar a nuestro
competidor más fuerte de Jaén, que era Andujar. Ahí afilábamos bien los
codos y nos “matábamos” unas a otras. Eran de los partidos mas sucios, ya que
nos “odiábamos” a morir. Siempre ganábamos y solo recuerdo haber perdido en una
ocasión, y ese día fue el peor de nuestras vidas! Lloramos como si se acabara
el mundo! Finalmente les ganamos a la segunda vuelta y por supuesto fuimos a la
concentración Andaluza. Recuerdo que tuvimos varios sectores de Andalucía en
Linares y empezamos a hacer eco en la ciudad con nuestro ascenso a Primera División
Nacional. Imagínate, las chicas del baloncesto ganando mas partidos que el
equipo masculino! Empezó a venir gente de toda la provincia para vernos jugar,
salíamos en la televisión y en los periódicos. Era emocionante ver a tu familia
y amigos venir a verte jugar. Mi tío Pedro era mi mayor fan. Como me gustaba
verlo ahí y comentar luego los partidos.
Todavía tengo
en mi cabeza jugadas que nunca se me olvidaran. Tuve la suerte de jugar con
grandes jugadoras y amigas como Maite Checa, seleccionada más tarde en la Selección Española.
Recuerdo muchas jugadas en últimos segundos de partido donde un bloqueo o un
robo de balón, un buen pase o una canasta nos convertía en ganadoras.
Jugamos contra los mejores equipos de España. Nuestro equipo no era el mas
alto, pero teníamos una fuerza increíble que nos hacia imparables.
Mis mejores
recuerdos están cuando fuimos a las concentraciones en Zaragoza, en Pamplona, Cádiz,
cuando viajamos a Melilla. En Melilla tuvimos la experiencia mas divertidas de
todas. Nos pitó un solo árbitro y encima llegó borracho. Hizo un montón de
ilegalidades, nos eliminó a todas por faltas y en los últimos segundos solo estábamos
en el campo mi compañera Vicky y yo jugando contra las 5 del equipo de Melilla.
Fue una experiencia de locos, por supuesto perdimos injustamente, pero nos reímos
muchísimo.
En las
concentraciones hicimos nuestras trastadas, pero cuando nos pasábamos, Eusebio
y Juan Carlos se encargaban de castigarnos. Lo peor era cuando nos
dejaban sin jugar, sentadas en el banquillo, eso nos mataba por dentro. Por
supuesto, conseguían que no pasara más, ya que nos daban una buena lección. Lo
mejor de estar tantos años jugando profesionalmente es que me ha alejado de
cualquier maldad, de las típicas locuras de cuando eres joven, así como de
beber alcohol o fumar. Doy muchas gracias por ello, ya que me han enseñado
disciplina y a vivir una vida sana física y mental. Por supuesto tuvimos
nuestras fiestas celebrando nuestras victorias, pero siempre de la manera más
sana.
Nunca se me
olvidará una lección que nos dieron Eusebio y Juan Carlos… Estábamos
concentradas jugando el campeonato de España. A unas cuantas del equipo les dio
por hacer una trastada en el hotel una noche. Bloquearon la puerta de una
habitación con una pila de colchones de varias habitaciones. Desmantelaron
todo… Era muy típico en cualquier concentración redecorar las habitaciones de
los hoteles, pero esa competición era súper importante, ya que nos estábamos jugando
la final del campeonato de España. Por suerte, esa vez no estaba en el grupo de
las que hizo la trastada, pero dejaron sin jugar a 6 jugadoras del equipo, lo
que hizo que el partido fuera durísimo sin haber cambios de jugadoras. El nivel
era muy alto. Incluso suplicándoles todas a Eusebio, no cedió… Perdimos, pero
quizás aprendimos una buena lección de vida. Por lo menos a mi no se me ha
olvidado que debemos ser responsables, especialmente cuando lo estas dando todo
un año completo.
Al año
siguiente llegamos a la final del campeonato de España y arrasamos con todos
los equipos, nos hicimos campeonas de España de Primera División Nacional.
Ascendimos a División de Honor, la máxima categoría del baloncesto español.
La mejor sensación del mundo, cuando el gran esfuerzo de toda tu vida se
ve recompensado. Ese momento fue inolvidable y único.
Fue ahí
cuando me retiré con un gran dolor. Eusebio no me creía cuando le dije que me
iba a vivir a Granada para estudiar Turismo. No se lo podía creer... casi que
yo tampoco, pero me sentía responsable de mi vida y sentía la necesidad de
estudiar y prosperar, vivir otras experiencias y aprender otras cosas. Fue un
momento realmente importante en mi vida, pero tengo que decir que cada etapa de
ella me está enseñando mucho y dando valores como persona, y estoy sacando lo
mejor de cada experiencia.
Todavía
conservo en casa de mis padres fotografías, recortes de periódicos y medallas
por todos los ascensos del equipo: Medalla a la mejor pasadora y a la mejor
tiradora de tiros libres y la de campeonas de España de Primera División.
Adoro jugar a
Baloncesto, y aún lo hago por diversión de vez en cuando aquí en Los Ángeles.
Como sabréis mi vida dio un cambio al mundo de la interpretación, aunque es
algo que siempre he llevado dentro y no lo supe hasta más tarde.
Creo que el Baloncesto
me ha enseñado unos valores tan grandes que me están ayudando muchísimo en mi
carrera actual. Esta profesión es muy similar al deporte. Tienes que entrenar
tus músculos para estar siempre listo y la actuación es igual. El practicar, la
repetición y la pasión lo es todo. Tu cuerpo es tu herramienta de trabajo y
debes cuidarlo y entrenarlo.
Me encuentro
en un momento buenísimo de mi vida y de mi carrera. Desde que vivo en Los Ángeles
he participado en 14 películas/cortos, en 4 obras de teatro, en
comerciales, videos musicales y algunos trabajos como modelo.
Tengo el
honor de ser una de las principales del cortometraje “For the birds”, que ha
conseguido 7 nominaciones en números festivales internacionales. He tenido la
suerte de compartir escenas con Antonio Banderas y Christian Bale en “Knight of
Cups” que estará en cines en diciembre. He disfrutado en el set con Eric
Roberts en “Revelations”.
Trabajo como
una de las protagonistas del cortometraje “Glory in Egypt”, compartiendo escena
con Escalante Lundy (Django Desencadenado) y con el director Michael Simmons,
el cual cuenta conmigo para su nueva película de Western, donde haré de india
de una tribu y tengo que aprender a hablar Lacota Sioux, cosa que me hace mucha
ilusión ya que es el genero favorito de mi padre y se que le gustará.
He
protagonizado recientemente el corto “Sarah & Eddie”, que va a ser
presentado en festivales. Tuve un papel principal en “Psychic Visions” con
David Fernández, que se verá en cines en México y con distribución
independiente en US. Lo curioso de ésta película es que la grabamos en español
e inglés al mismo tiempo. Todos los actores éramos bilingües y fue una
experiencia única.
Tengo
numerosos proyectos para grabar como "City Limits" con Ray Park, Bai
Ling, Eric Etebari... con el papel de Myra. Trabajaré con el mismo director,
Isaac Caad, con papel protagonista en “Way of the Urban Soul” con Lydia Cornell.
La buena
noticia para mi familia y para los que me quieran ver por España (Madrid) es
que voy a estar en el nuevo proyecto de Mardean Productions, con Chando Luna,
como una de las protagonistas, haciendo un papel de súper mala. Además estoy súper
contenta de trabajar en mi tierra.
Para todos
los que me leéis os mando un gran beso y abrazo, y os doy las gracias por
vuestro apoyo.
Seguid
vuestros sueños y que cada día los viváis porque solo existe hoy!
Gracias
especialmente a mi familia, padres y hermanos, que son testigos cuando llegaba
de los viajes súper tarde y ellos todavía tenían abierto su Pub Zahira, gracias
por celebrar conmigo cada éxito.. Y por
supuesto a mi entrenador Ángel Eusebio Castillo y a Juan Carlos, y a mis
compañeras de tantos años, Maite Espinosa, Regina Pérez, Esther Pérez, Vicky
Almarza, Juani García Villén, Aurora Delgado, Isabel Garrido, Ana Casas, Rosa
Díaz, Fuensanta Martínez, Maite Checa, Elena Cardenal, Mamen, Alegría Carrasco,
Carmen Navas, Maria Bordes, Carmen Oltra, Chari Lucha, Roció García-Plata,
Maria del Mar Infantes, Lucia Fernández, Maricarmen Nájera, Maricarmen Auñón, Elena Torres, Pili
Chica, Cristina Díaz, Anamargui, Ana Caballero, Susana y Pili, Maricarmen López
Ferris, Marta Hidalgo, Mariángeles Mantas, Nuria Torres, Luís Carlos “Luiska”,
Encarni, Paco Blanco (RIP), Manolín, etc, etc.. (Perdonad si se me olvida
alguien).
A
todas os recuerdo con mucho cariño y os doy las gracias por tener el coraje y
la dedicación, por hacernos llegar tan lejos en el mundo de Baloncesto
femenino. Os quiero.
Muchas
gracias a Ignacio Ortiz – Espíritu Cafetero por publicar mi artículo.”
Leni Rico –
Maleni
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