viernes, 15 de febrero de 2013

DESCUBRIENDO EL TENIS


            Mi primer ídolo tenístico fue el sueco Mats Wilander allá por el principio de los ochenta. Sus duelos durante esa década ante leyendas como Ivan Lendl, John McEnroe, Yannick Noah o Jimmy Connors son historia del tenis.



Ante todo decir que me encanta la tierra batida y mi torneo preferido es Roland Garros, y no me pierdo ninguna final individual desde la primera que vi en 1982 (que por cierto ganó Wilander a Vilas).



Uno de los partidos más llamativos que he visto fue sin duda el duelo de octavos de final de Roland Garros 1989 entre Michael Chang e Ivan Lendl. Un joven americano de origen taiwanés de 17 años se enfrentaba al nº1 mundial, y el resultado no pudo ser más espectacular. Tras ganar Lendl con relativa facilidad los dos primeros sets por 6-4 6-4, Chang reaccionó en los dos siguientes, adjudicándoselos por 6-3 6-3 llegándose a un quinto set  que resultaría épico.


Con 2-0 arriba empezaron los problemas físicos para Chang: calambres, ganas de vomitar, lo que unido al cansancio de un duro partido convertían en algo imposible culminar la remontada. Pero lo hizo, se mantuvo en el partido a base de jugar globos desde la línea de fondo que sacaban de quicio a Lendl, y para completar la faena sacó incluso de cuchara, y el público se llevaba las manos a la cabeza. En el punto definitivo con 15-40, se colocó a un metro de la línea de saque, desconcentrando a Lendl que protestaba esa situación al juez de silla, lo que provocó que cometiese doble falta y se llevase el partido. Y además consiguió el título ganando en la final a Stefan Edberg.



Al principio de los 90 apareció Jim Courier en plan ogro hasta que se topó con un español, Sergi Bruguera, un guerrero de la tierra batida que consiguió vencer a Courier en la final de Roland Garros de 1993 en un impresionante partido a 5 sets, repitiendo al año siguiente ante el también español Alberto Berasategui.




Muchos años habían pasado desde la última victoria de un español en los Internacionales de Francia (Andrés Jimeno en 1974), y estas victorias de Bruguera abrieron el camino para una gran generación de tenistas españoles que se extiende hasta la actualidad. Muchos han sido, por nombrar algunos están Carlos Moyá, Alex Corretja, Albert Costa, Jordi Arrese, Juan Carlos Ferrero, Félix Mantilla, y muchos muchos más hasta llegar a los top ten actuales David Ferrer y el único Rafa Nadal.




Si ha habido un jugador que durante toda su carrera ha sido mediático y al mismo tiempo un crack ese ha sido Andre Agassi. Bocazas, excéntrico, irreverente y genial todo en uno. Pasó de tener el aspecto de cantante de Poison o Motley Crue cuando era más joven a raparse la cabeza y llevar pañuelo a lo pirata, pero siempre un crack en lo tenístico, consiguiendo los cuatro Grand Slam y además la Masters Cup, algo histórico.



            En lo que a los dobles se refiere mi pareja preferida siempre ha sido la que conformaban Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, dos jugadores de características muy diferentes que se compenetraban a la perfección. También destacaría la que conformaban los suecos Stefan Edberg y Anders Jarryd que en superficies rápidas eran demoledores.



            Sé que me voy a dejar muchos nombres en el tintero, varios Números Uno mundiales de la talla de Pete Sampras, Roger Federer o Guga Kuerten, pero a estos y otros más me los guardo para otra ocasión.


            La Copa Davis ha sido la asignatura pendiente del tenis español hasta el año 2000, donde en Barcelona y ante la histórica bestia negra, Australia, se conseguía la primera ensaladera de plata de forma brillante con un Juan Carlos Ferrero espectacular. 


El resultado final fue 3-1. En 2004 se disputó la final en Sevilla frente a EEUU y Carlos Moyá era el primer espada español y de segundo jugó un joven prometedor llamado Rafa Nadal, que en la primera jornada venció al nº1 estadounidense Andy Roddick, lanzando a España a su segundo título tras ganar por 3-2. En 2008 se ganó en Argentina con Fernando Verdasco y Feliciano López ejerciendo de héroes por 3-1. 


Se repitió en 2009 ante la república Checa en Barcelona por un claro 5-0. Nuestro quinto título ha sido en 2011, nuevamente en Sevilla y esta vez ante Argentina por 3-1.


            Hay jugadores que por diferentes motivos se han quedado grabados en mi memoria, entre ellos hay magos de la raqueta como Henri Leconte o Miroslav Mecir, la forma de golpear la bola de Alberto Berasategui, que tanto la derecha como el revés lo hacía con la misma cara de la raqueta…


            Mención especial para el tenis femenino, porque han sido muchos los partidos que he visto tanto de Arantxa Sánchez-Vicario (3 Roland Garros, 1 US Open, una plata y un bronce olímpico en individuales y otra plata y otro bronce olímpico en dobles) como de Conchita Martínez (@conchitamartinz – Wimbledon 1994 en individuales y 2 platas y un bronce olímpico en dobles) y los éxitos que han conseguido ambas son para la historia de nuestro tenis. Y no menos históricos son los logros de Vivi Ruano (@viviruano – 6 Roland Garros, 3 US Open , 1 Australia Open y dos platas olímpicas en dobles) y sus muchos títulos como doblista, una de las mejores tenistas de dobles que haya visto nunca. En otra ocasión escribiré exclusivamente del tenis femenino.



Ignacio Ortiz
@00CAFETERO

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