lunes, 25 de abril de 2016

GIMNASIA ARTISTICA: LA BARRA DE EQUILIBRIO

            La barra de equilibrio es uno de los aparatos más difíciles, y el gran caballo de batalla para muchas de las gimnastas por sus particularidades. Solo se compite en categoría femenina, y sus dimensiones y aspecto se describen en el siguiente diagrama.



            Para darnos a conocer mejor este aparato y todo lo que conlleva nada mejor que contar con la colaboración de una de las mejores gimnastas españolas de toda la historia: Alicia Fernández.



            Alicia fue una de las componentes de aquel mítico equipo de Gimnasia Artística Femenina que obtuvo el quinto puesto en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, calificando ella en 20ª posición en el concurso completo de las 36 mejores. En el siguiente texto, escrito por ella, nos relata su pasión por la Gimnasia y por la Barra de Equilibrio.




La Barra de Equilibrios: Tal vez uno de los aparatos mas difíciles dentro del precioso deporte que es la Gimnasia Artística Femenina…

… O al menos para mí, y creo que el resto de gimnastas del mundo estarán de acuerdo conmigo.

La Barra se sitúa a 1,20 m de altura, tiene 10 cm de ancho y 5 de largo. Con estas medidas casi de vértigo se realizan elementos acrobáticos, saltos, giros, enlaces, exigencias y requisitos marcados por el código, que deben cubrir toda la longitud de la barra en una duración de un mínimo de 70 segundos y un máximo de 90 segundos.

El ejercicio tiene que fluir con cambios de ritmos sin que existan pausas exageradas, enlazando con armonía un elemento tras otro.

Para mi, la Barra es un aparato muy especial, en el cual siempre me he sentido muy cómoda tanto entrenándolo como en competición. 

Almudena San José, mi entrenadora de Barra, sacó lo mejor de mi en este aparato, y gracias a ello conseguí muy buenos resultados a lo largo de mi carrera deportiva.

Como he comentado al principio de este pequeño texto, es uno de los aparatos mas complicados dentro de la Gimnasia Artística Femenina. Se requiere fuerza mental, mucho equilibrio y concentración al máximo, puesto que es el aparato donde más se sienten y mas se perciben los nervios. En una competición parece que siempre te la juegas en Barra, es como una competición personal aparte: Si te toca de primer aparato, malo, si te toca de último, también malo, hasta que no superas la Barra en una competición,  ufff, no paras de pensar que pasará cuando llegues a Barra ó me quede la Barra....

(Vídeos de ejercicios de Alicia Fernández sobre la Barra de Equilibrio)







En todos los aparatos hay nervios, es lógico, y en todos se puede fallar, claro está, pero en Barra, en 10 cm de ancho, cualquier cosa por pequeña e insignificante que sea te lleva al peor de los desastres. Es como si de pronto el universo te mandara una bola con efecto y el resultado… una caída.

Tengo muchos recuerdos sobre la Barra de Equilibrios: En una Copa del Mundo llevaba todo el ejercicio perfecto, habiendo pasado la parte más complicada (elementos acrobáticos), hasta que llegué al giro de 360 grados, algo sencillo, y entonces el pie de base falló y terminé a horcajadas encima de la Barra. Decepción, rabia..., esos fueron los sentimientos que tuve por haber fallado en algo que parecía tan sencillo como un giro. Eso enseña y te da una lección sobre la Barra: Hasta el elemento más sencillo lo puedes fallar y como consecuencia te deja fuera de una final.

En otra competición, no me acuerdo exactamente en cual, recuerdo que subí después de una gimnasta Suiza, y nada mas comenzar el ejercicio vi un pelo muy rubio encima de la barra. Aquello me desconcentró hasta tal punto que en la primera serie acrobática, el flic-flac-plancha-plancha, fallé, y el resto del ejercicio clavado…, pero que ironía que un simple pelo te lleve al peor de tus temores: El fallo.


Mencionar a las grandes expertas en este aparato, la Rumanas, enormes barristas; era muy difícil verlas cometer un error en la Barra.

Para mí, junto con Rumania, está la escuela China: Belleza pura encima de la barra. Tengo en mi memoria a Yang Bo, una de las gimnastas más bonitas que he visto encima de la Barra; técnica, amplitud..., parecía que estaba en el suelo.

Esta es mi humilde experiencia en la Barra de Equilibrios, espero que os haya transmitido en tan pocas palabras lo que sentí y siento no solo por la Barra sino también por este deporte que tanto me ha dado, el mas bello, y es Gimnasia Artística Femenina.”

Alicia Fernández
@reinaali73
    
            Tras conocer un poco mejor las interioridades de la Barra de Equilibrio gracias a Alicia, toca relatar a las gimnastas más destacadas en este aparato a lo largo de la historia, y al igual que sucedió con las Paralelas Asimétricas ( http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2014/11/gimnasia-artistica-las-paralelas.html ), para hablar de este aparato se debe mencionar a la mítica rumana Nadia Comaneci, doble campeona olímpica de Barra de Equilibrio en Montreal’76 (donde consiguió tres 10,000 en este aparato) y Moscú’80, además de ser también campeona mundial y europea.



            Aunque tampoco podemos olvidar a otras grandes de la historia como la checa Vera Caslavska (oro olímpico en Tokio’64 y plata en México’68, así como triple campeona europea) o la soviética Olga Korbut (oro olímpico en Munich’72 y plata en Montreal’76).



            Como de costumbre, empezaré por los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, una época en la que la escuela rumana se imponía claramente en la Barra de Equilibrio, lo que se pudo comprobar por el oro compartido por Ecaterina Szabo y Simona Pauca, siendo el bronce para la estadounidense Kathy Johnson.



            Era la época dorada de la gimnasia femenina rumana, y dominaban claramente este aparato, por lo que no es de extrañar que las campeonas mundiales en Montreal’85 y Rotterdam’87 fueran de esta nacionalidad, lo que consiguieron Daniela Silivas y Aurelia Dobre respectivamente.


            Daniela Silivas era la gran gimnasta del momento, y lo refrendó en las olimpiadas de Seúl 1988 donde se hizo con el oro en tres de los aparatos, entre ellos la Barra de equilibrio, por delante de la soviética Yelena Shushunova. El bronce fue compartido por la rumana Gabriela Potorac y la estadounidense Phoebe Mills.




            En los siguientes mundiales, los de Stuttgart’89 fue nuevamente Silivas quien se alzó con el oro, pero llegaban vientos de cambio, y en Indianápolis’91 se consumó ese cambio con el oro de una de mis gimnastas preferidas, la soviética Svetlana Boginskaya, que venía de ser campeona de Europa un año antes en este aparato.




            Previo a los juegos olímpicos, en los mundiales de Paris’92 fue la estadounidense Kim Zmeskal quien se alzó con el oro.


            Los juegos de Barcelona 1992 vieron coronarse con la gloria olímpica a la gimnasta del equipo unificado Tatiana Lyssenko con un magnífico ejercicio de 9,975 en la final, imponiéndose a la china Lu Li y la estadounidense Shannon Miller, que compartieron la medalla de plata.



            Pero la escuela rumana siempre ha sido una de las más prolíficas, y se volvió a demostrar en el mundial de Birmingham’93, donde de la mano de Lavinia Milosivici volvieron a recuperar la hegemonía mundial. Un año después, en Brisbane, fue la plata olímpica en Barcelona, Shannon Miller la que consiguió el oro, siendo sucedida en Sabae’95 por la china Huilan Mo y en San Juan’96 por la rusa Dina Kochetkova.





            En Atlanta 1996, haciendo valer su condición de ídolo local, Shannon Miller dio un paso mas con respecto a Barcelona y se hizo con el oro ante su público, relegando a la ucraniana Lilia Podkopayeva a la medalla de plata y a la rumana Gina Gogean a la de bronce.




            Gina Gogean no tuvo bastante con el bronce olímpico, y el los siguientes mundiales, los de Lausana’97, se adjudicó el oro por delante de Svetlana Khorkina, en la mejor actuación de esta en un gran evento en este aparato. En Tianjin’99 el oro fue para la local Jie Ling.



            Estaba claro que las chinas habían conseguido un gran nivel en la Barra de Equilibrio, como habían demostrado ya con los mundiales conseguidos por Huilan Mo y Jie Ling, y eso se vio refrendado en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, cuando otra china, Liu Xuan, lograba el oro superando en la final a las rusas Ekaterina Lobazniouk (plata) y Elena Prodounova (bronce).




            En los tres siguientes mundiales, tres campeonas distintas, comenzando por la rumana Andrea Raducan en Gante’01, siguiendo por la estadounidense Ashley Postell en Debrecen’02 y la china Ye Fan en Anaheim’03.



            Estaba claro que no había una clara dominadora en este aparato, prueba de su dificultad, y eso se volvió a comprobar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde fue la rumana Catalina Ponor quien se colocó la corona de laurel y la medalla de oro, por delante de la estadounidense Carly Patterson y la también rumana Alexandra Eremia.



            Pero un año después, en los mundiales de Melbourne’05 entró por la puerta grande la que seguramente sea la mejor especialista en la barra de equilibrio de los últimos años, la estadounidense Anastasia Liukin (hija del legendario Valeri Liukin y de la campeona mundial de gimnasia rítmica Anna Kotchneva). Nastia se hizo con el oro, como hizo también dos años después en Stuttgart’07.




            Entre los dos mundiales de Liukin, se disputó el mundial de Aarhus, donde la ucraniana Irina Krasnianska se alzó con el oro. En estos mundiales Liukin sufrió una lesión en el tobillo mientras entrenaba y solo compitió en las paralelas asimétricas, dejando via libre al oro de Krasnianska.


            En los Juegos de Pekín 2008, Liukin era la gran favorita para alzarse con el oro olímpico tras haber conseguido el del concurso completo, pero se encontró un escollo demasiado duro en su compatriota Shawn Johnson que de esta manera se resarció de la plata lograda en el concurso completo tras Nastia, y la relegó al segundo cajón del podio en una gran final, siendo el bronce para la china Cheng Fei.




            Los siguientes mundiales iban a ver el dominio de las gimnastas chinas, solo roto por la victoria de la rumana Ana Porgras en Rotterdam’10, y es que en Londres’09 el oro sería para Linlin Deng y en Tokio’11 para Sui Lu, demostrando la calidad de las pequeñas gimnastas asiáticas.




            Y el idilio de las chinas y el oro seguiría en Londres 2012, cuando la campeona mundial de 2009 en esta misma ciudad, Linlin Deng, se alzaba con el oro por delante de Sui Lu, siendo el bronce para la estadounidense Alexandra Raisman.




            Sin embargo, en los dos siguientes mundiales disputados, el oro fue a parar a manos de una rusa, Aliya Mustafina en Amberes’13, y una estadounidense, Simone Biles en Nanning’14, demostrándose de esta manera la diversidad de escuelas y la versatilidad de este aparato.



            Por último, en los mundiales de Glasgow 2015, fue nuevamente la gran sensación de la Gimnasia actual, Simone Biles, quien revalidó su título con una gran superioridad por delante de la holandesa Sanne Wevers y alemana Pauline Schafer.



            Pero antes de terminar, no quiero olvidarme de nombrar a algunas de las gimnastas españolas más grandes de la historia, las cuales también han destacado en este aparato, como son los casos de Elena Gómez, Sonia y Cristina Fraguas, Eva rueda, Elena Zaldivar, Laura Muñoz o Ana Pérez, recientemente clasificada para los JJOO de Río de Janeiro, entre otras muchas…







            Por último, dar mi agradecimiento a Alicia Fernández por su amabilidad y por ayudarnos a conocer mejor un aparato tan especial como la Barra de Equilibrio.


Ignacio Ortiz

@00CAFETERO

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