viernes, 25 de noviembre de 2016

WAYNE ROBINSON: UN CUATRO TERRIBLEMENTE COMPLETO Y DIFÍCIL DE PARAR

            Mi tercera colaboración para la web http://www.pivotworld9.com/ la realicé el pasado mes de Mayo de 2016, donde escribí sobre uno de los pivots que más me impresionó en aquellos momentos en los que empezaba a descubrir el baloncesto: Wayne Robinson. En este texto para @pivotworld9, además de la siempre inestimable ayuda de @guguseti, conté con la colaboración especial de uno de los grandes jugadores de aquella época que libró duras batallas con Robinson: Juan de la Cruz, @lagartodelacruz.


WAYNE ROBINSON: UN CUATRO TERRIBLEMENTE COMPLETO Y DIFÍCIL DE PARAR


            Uno de los jugadores que más me impresionaron por su fuerza y sobriedad durante la década de los ochenta fue el pívot estadounidense Wayne Robinson. Un cuatro potente con un buen lanzamiento de media distancia que imprimía un carácter especial en cada uno de los equipos en los que jugó, además de ser un gran reboteador, poseer un juego de pies muy bueno, espectacular, jugador de equipo, gran “matador”, duro defensor…, un jugador tremendamente completo.



            Wayne Howard Robinson nació el 19 de abril de 1958 en Greensboro, Carolina del Norte. Este estadounidense de 2,05 de altura comenzó a forjarse en la Universidad de Virginia Tech (forma parte del Hall of Fame de los Hokies desde 2003 donde fue el máximo reboteador en sus tres últimas temporadas y promedió 11’2 puntos por partido, además de formar parte desde 2011 del ACC Basketball Tournament Legends Class) y tras su periplo universitario fue elegido en la segunda ronda del draft de 1980, en la posición 31 absoluta, por Los Angeles Lakers.



            No llegó a debutar con el equipo californiano, puesto que fue traspasado a principios de octubre de 1980 a los Detroit Pistons por una segunda ronda del draft de la siguiente temporada. En su primera (y única) temporada en la NBA disputó 81 partidos en los que promedió 7,9 puntos y 3,6 rebotes por partido en 19,7 minutos de juego.


            Al finalizar la temporada fue cortado por los Pistons, tomando la decisión de cruzar el charco y venirse a jugar a Europa, concretamente a Trieste, Italia, donde jugó dos temporadas. En la primera (OECE Trieste) el equipo acababa de bajar a la Serie A2, y con la ayuda de Robinson (que llegó comenzada la temporada) consiguió el ascenso a la Serie A1, promediando 17 puntos y 8,4 rebotes en 34,7 minutos de juego durante los 26 partidos que disputó.


            En la temporada 82-83, su segunda en Italia (BIC Trieste), tuvo números muy similares, con 16,7 puntos, 8,7 rebotes y 37,1 minutos en 30 partidos, pero su equipo no pudo ser nada más que decimosegundo. Era el momento de dar un salto de calidad en su carrera, y vaya si lo dio, fichando para la temporada 1983-84 (la primera temporada de la Liga ACB) por el Real Madrid para formar pareja de extranjeros con otro mítico jugador blanco: Brian Jackson.



            Sus inicios en el equipo blanco fueron complicados y le costó varias jornadas adaptarse al juego de sus compañeros. Aquel equipo dirigido por Lolo Sáinz contaba en sus filas con auténticas leyendas del baloncesto español como Juan Antonio Corbalán, Fernando Martín, Juanma López Iturriaga, Chechu Biriukov, Rafa Rullán, Fernando Romay


            … pero una vez logró entrar en la dinámica de juego del equipo se convirtió en una pieza fundamental para Lolo Sáinz. El Madrid terminó primero del Grupo Par en la primera fase y también primero del Grupo A-1 en la segunda fase. En la primera temporada en la que se disputaban Play-Offs en la Liga, superó los cuartos frente al Licor 43 por 2-1 y las semifinales ante el Joventut Massana por 2-0. En la gran final les esperaba el FC Barcelona (con quien había perdido en las semis de la Copa del Rey) en uno de los enfrentamientos más polémicos de la historia, aquel en el que durante los últimos minutos del segundo partido se produjo la tangana entre Mike Davis, Iturriaga y Fernando Martín que provocó la incomparecencia del Barça en el tercer partido (en protesta por las sanciones derivadas de esa pelea, 6 partidos para Davis por los 3 de Martín y la simple multa económica a Iturriaga) y el consiguiente título de Liga para el Real Madrid. Los números de Robinson durante esa temporada fueron de 12,3 puntos y  8,3 rebotes en temporada regular, mejorando a 15,3 puntos y 8,3 rebotes en Play-Offs.



            El Real Madrid ese año también se hizo con el título de la Recopa de Europa, venciendo en la final a la Simac de Milán (dirigida por Dan Peterson y con Mike D’Antoni y Dino Meneghin en sus filas) por 82-81 tras un apasionante partido que tuvo dominado durante la segunda parte pero que finalmente se tuvo que decidir con unos lanzamientos de tiros libres anotados por Brian Jackson en los últimos segundos tras un afortunado rebote ofensivo. En esta final, Robinson disputó los cuarenta minutos de juego, anotando 14 puntos, capturando 11 rebotes y realizando una gran defensa sobre Dino Meneghin.



            En la temporada 1984-85 Robinson se afianzó como uno de los pilares fundamentales del equipo, en un Real Madrid que hizo el doblete de Liga ACB y Copa del Rey, pero que se quedó con la miel en los labios en la Copa de Europa tras perder la final ante la Cibona Zagreb de Drazen Petrovic por 87-78, a pesar de la gran actuación de Robinson, que con 22 puntos fue el máximo anotador de su equipo en ese partido.



            Los duelos de Wayne contra los pivots contrarios eran muy intensos, pero al mismo tiempo muy deportivos. Uno de sus más encarnizados rivales, especialmente cuando jugaba en el FC Barcelona, fue el pívot 131 veces internacional y medalla de plata en el Europeo de Nantes 1983 y en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 con la Selección Española Juan De La Cruz (@lagartodelacruz), el cual me ha contado lo siguiente con respecto a como era enfrentarse a Wayne Robinson:



            “Era un jugador muy especial. Lo digo porque quería aparentar ser muy fiero dentro del campo, pero no lo era tanto.

         Jugador con unas condiciones muy buenas para el baloncesto, muy listo y duro en la pista, y fuera una gran persona a la que se le veía muy tranquilo.


         Rival muy difícil de defender, fue un lujo jugar contra él.


         La verdad es que contra Wayne no recuerdo más que algún pique en la pista, pero siempre deportivamente, jugador noble.


         Cuando hacíamos los saltos iniciales, si coincidíamos, yo le solía susurrar… “¡¡ Wayne, te volveré a ganar!!” y él solo soltaba una pequeña mueca que parecía una sonrisa…

         Gran jugador, grandísima persona”

Juan de la Cruz
@lagartodelacruz

            La 85-86 fue la tercera y última temporada de Wayne Robinson en el Real Madrid. Sus números seguían siendo muy buenos y regulares, 16 puntos y 7,4 rebotes por partido, casi los mismos que el año anterior, y el equipo volvió a conseguir el doblete nacional de Liga y Copa, pero unas críticas declaraciones y la búsqueda de un pívot de mayor peso ante la marcha también de Fernando Martín a la NBA hicieron que abandonase el club al final de esa temporada.




            Antes de irse, participó en el primer concurso de mates organizado por la ACB celebrado en Don Benito, finalizando en segunda posición tras el espectacular swingman de Estudiantes David Russell, además de disputar el partido All-Star.




            De esta forma, Robinson recaló en las filas del Cacaolat Granollers para la temporada 86-87 junto al gran Joan “Chichi” Creus. El equipo se había reforzado para luchar por estar en lo alto de la tabla, y Wayne fue su fichaje estrella.


            En esta temporada hubo un partido que quedó grabado en la memoria de los aficionados, y fue la primera vez que Robinson se enfrentó a su anterior equipo. Un encuentro dominado en la primera parte por el Cacaolat, con Robinson muy acertado y centrado (logró 27 puntos y 9 rebotes) mientras que por el Real Madrid era su reciente adquisición, que llegaba con aires de megaestrella, Larry Spriggs, quien con sus 30 puntos mantuvo el partido igualado hasta los últimos momentos. Con una ventaja madridista de 5 puntos a falta de dos minutos (81-86), Cacaolat reaccionó y llegó a los últimos segundos con empate a 86 y posesión. Tras un rebote ofensivo, Creus le pasó el balón a Robinson, que se jugó un uno contra uno y con su peculiar lanzamiento desde 4 metros logró sobre la bocina la canasta del triunfo para su equipo y su particular “venganza” ante el equipo que lo había dejado ir unos meses antes.


            La temporada del Cacaolat Granollers no fue demasiado brillante, finalizando en séptima posición tras caer en cuartos de final con el FC Barcelona, pero los números de Robinson seguían siendo muy buenos: 18,4 puntos y 7,7 rebotes, además de volver a disputar el All-Star y quedar nuevamente en segunda posición (a pesar de realizar su mítico “Sardana Jam”) tras David Russell en el concurso de mates.



            En su segunda temporada en Granollers (1987-88) sus números particulares mejoraron, llegando a los 20 puntos y 8,7 rebotes por partido, aunque el equipo repitió su cometido de la temporada anterior con un 7º puesto y volviendo a caer en cuartos de final con el Barça.


            Y cuando se aprestaba a comenzar su tercera temporada en tierras catalanas, Wayne Robinson, en una lacrimosa rueda de prensa anunciaba su retirada del baloncesto debido a que se le habían detectado problemas cardíacos. Fue un duro golpe para el mundo del baloncesto, y Robinson decidió volver a Estados Unidos para seguir allí con su vida. Afortunadamente, esos problemas no eran tan graves como se preveía y tras un par de años apartado de las pistas, volvió a calzarse las botas y fue fichado por el TDK Manresa para sustituir a Lance Berwald durante seis partidos en la temporada 1991-92, realizando unos números personales de 14,8 puntos y 8,5 rebotes.



            La temporada 1992-93 fue la última en activo de Robinson, y la disputó con el Juventud Alcalá (antiguo Cajamadrid) en la por aquella época Primera División. Se retiró al final de esa campaña con 35 años. Una vez dejó el baloncesto volvió a Estados Unidos, concretamente a Greensboro, su ciudad natal, donde creó varias academia para clases particulares, aunque lo que realmente le llena es difundir la palabra de Dios tras ser ordenado pastor  del Centro Cristiano del Nuevo Milenio en 1996, labor que compagina en la actualidad con su trabajo en una empresa acerera y con su vida familiar junto a su mujer y sus dos hijos.



Ignacio Ortiz

@00CAFETERO

sábado, 15 de octubre de 2016

CRÓNICAS OLÍMPICAS RIO 2016: SALTOS (PLATAFORMA 10 METROS INDIVIDUAL)

            La última entrada sobre Saltos en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 comprende las competiciones individuales de Plataforma de 10 metros femenino (disputados entre los días 17 y 18 de agosto) y masculino (entre el 19 y 20 de agosto). Estos son los textos que escribí para “Historia Deportiva” ( http://www.historiadeportiva.com/  ) sobre estas pruebas.





PLENO ABSOLUTO PARA LAS SALTADORAS CHINAS

            Con el oro en la final de Plataforma individual femenino obtenido por Qian Ren y la plata de Yajie Si, las saltadoras chinas consiguen lo máximo a lo que podían aspirar en estos Juegos Olímpicos: Cuatro oros y dos platas, un hecho sin precedentes en la historia de esta competición, además de ser los terceros Juegos consecutivos en los que consiguen los cuatro oros. El bronce en esta última prueba femenina fue para la canadiense Meaghan Benfeito.



            Qian Ren, que ya fue medallista de plata en el mundial de Kazan el año pasado con solo catorce años, se ha convertido en la primera deportista nacida en el tercer milenio (20 de febrero de 2001) en conseguir una medalla olímpica, y además ha sido la de oro. Es la tercera saltadora mas joven de la historia en conseguir el oro olímpico.



            Una auténtica escabechina se produjo en la fase preliminar del concurso de Saltos de Plataforma de 10 metros individual femenino disputada en el Centro Acuático Maria Lenk el miércoles 17 de agosto. De las 28 participantes, se quedaron fuera de las 18 que se clasificaron para semifinales saltadoras del nivel de la rusa Yulia Timoshinina (28ª) que fue oro europeo en Plataforma sincronizada en 2014, la húngara Villo Kormos (27ª) doble medallista de bronce europeo en Plataforma sincronizada en 2014 y 2016, la italiana Noemí Batki (26ª) campeona de Europa en 2011 además de tres platas y un bronce, la norcoreana Kuk Hyang Kim (25ª) vigente campeona del mundo en Kazan 2015 y una de las grandes favoritas al oro en Rio, la británica Sarah Barrow (23ª) campeona de Europa en 2014, la alemana Maria Kurjo (21ª) campeona de Europa en Plataforma sincronizada 2016 y dos bronces europeos en individual, la mexicana Alejandra Orozco (20ª) plata olímpica en Plataforma sincronizada en Londres 2012 y la francesa Laura Marino (19ª) quinta en el último europeo de Londres y novena en el mundial de Kazan…, todas ellas con claras expectativas de meterse en la final. Esto da prueba de la dificultad y la competencia que hay en esta especialidad.









            La mejor en los saltos preliminares fue la china Yajie Si con 397,45 puntos, aventajando a su compatriota Qian Ren en 11,65 puntos. La tercera mejor puntuación fue para la estadounidense Jessica Parratto, aunque a 50,65 puntos de Yajie Si. Cuarta se situó la australiana Wu y quinta la británica Couch.





            La semifinal se disputó en la mañana del jueves 18, y nuevamente se produjeron algunas eliminaciones importantes, especialmente la de la ucraniana Yulia Prokopchuk, cinco veces campeona europea de esta especialidad entre 2006 y 2016, aparte de un bronce en el mundial de Barcelona 2013, que solo pudo ser decimocuarta quedándose a 7,80 puntos de clasificarse para la final. También cayó en esta ronda su compatriota Ganna Krasnoshlyk. La mejor en esta semifinal volvió a ser Yajie Si, campeona mundial en Barcelona 2013 y cuarta en Kazan, sumando un total de 389,30 puntos. Segunda se situó Jessica Parratto a 22,30 puntos y tercera la otra china, Qian Ren, a 26,90 de su compatriota.






            La gran final olímpica, disputada esa misma tarde, fue abierta por la veterana mexicana Paola Espinosa, plata olímpica en Londres 2012 y bronce en Pekín 2008 en Plataforma sincronizada, aunque su salto inicial de 66,00 no fue bueno y la acabó relegando a la undécima posición. Quien “sorprendentemente” cogió la cabeza tras la primera ronda de saltos fue la canadiense Meaghan Benfeito, que había quedado novena en las semifinales pero que con un muy buen salto de 81,60 se colocaba en primera posición con 0,60 de ventaja sobre Jessica Parratto y Yajie Si, que igualaban en segunda posición, quedando cuarta Qian Ren a 3,60 puntos de Benfeito.





            La “sorpresa” del liderato de Meaghan Benfeito era muy relativa, puesto que esta saltadora ya había sido subcampeona mundial de sincronizados en Barcelona 2013 y Kazan 2015 además de bronce en Montreal 2005, y a ello hay que añadirle el bronce olímpico en la Plataforma sincronizada en Londres 2012 y en estos mismos Juegos de Rio 2016, todas esas medallas junto a su compañera Roseline Filion, que también estaba en la final.





            En la segunda ronda las grandes favoritas cogían la cabeza, situándose primera Yajie Si superando en 4,60 puntos a Qian Ren, siendo tercera Parratto a 7,20. Tras el trío de cabeza se colocaban las dos canadienses, Benfeito y Filion, por delante de la malasia Nur Dhabitah Sabri.




            De “clave” se podría calificar lo que pasó en la tercera ronda de saltos, puesto que Qian Ren cogía el liderato de la competición tras realizar el mejor salto de toda la final con 94,05 puntos, y se ponía con 3,05 por delante de su compatriota. Desastroso fue el salto de Jessica Parratto, que fallaba en su salto y perdía todas sus opciones de medalla al sumar únicamente 44,80, el peor salto de la noche, lo que la llevaba al octavo puesto. Por detrás de las chinas seguían las canadienses, subiendo hasta el quinto puesto Paola Espinosa, que había reaccionado tras su mal inicio.






            La diferencia de Qian Ren en el liderato era ampliada en la cuarta ronda, donde con otro magnífico salto sumaba 91,20 y se aprovechaba del salto “normalito” de Yajie Si, que solo sumaba 79,20, lo que le daba una ventaja de quince puntos con un único salto por delante. La lucha por el bronce se apretaba entre Benfeito y Espinosa, a las que tras esta ronda separaban 10,50 puntos, mientras que de esta lucha se descolgaba Filion que realizaba un mal salto de 47,85 que la relegaba a la sexta plata, viéndose adelantada por la australiana Melissa Wu. También se despedía definitivamente Parratto, que volvía a fallar y bajaba a la undécima posición.






            La última ronda la volvía a abrir Espinosa en su lucha por el bronce, pero su salto de 72,00 (377,10 en total) no metía demasiada presión a Benfeito, que si no fallaba tenía muy cerca la medalla, y de hecho así fue porque con un salto de 73,20 se situaba por delante de la mexicana con 389,20 y ya solo tenía opciones de alcanzarla Melissa Wu. El salto de la australiana no fue bueno y se quedó en la misma posición que ocupaba, la quinta, con 368,30 como puntuación final, por lo que la medalla de bronce era para Meaghan Benfeito y la cuarta plaza para Paola Espinosa.






            En la definitiva lucha por el oro entre las dos chinas, primero le correspondía saltar a Qian Ren, que con un nuevo salto de 91,20, exactamente lo mismo que su anterior salto, sumaba 439,25 puntos, lo que le ponía casi imposible a su compatriota optar a la victoria. En su último salto Yajie Si hizo 86,40 con lo que totalizaba 419,40, teniéndose que conformar con la medalla de plata a 19,85 puntos del oro de Qian Ren.





            En sexta posición terminó la segunda canadiense, Roseline Filion, con 367,95 mientras que séptima terminó la norcoreana Un Hyang Kim, medallista de bronce de sincronizados en Kazan, que remontaba en los dos últimos saltos desde la décima posición y totalizaba 357,90. El último diploma olímpico se lo llevó la japonesa Minami Itahashi que sumaba 356,60.




            En novena posición quedó la malasia Nur Dhabitah Sabri con 338,00 superando los 334,60 que sumaba finalmente Jessica Parratto, hundida en la clasificación tras sus dos fallos. Undécima quedó la otra malasia, Pandelela Rinong Pamg, bronce olímpico en Londres 2012, bronce mundial en Kazan 2015 y plata olímpica en sincronizados hace unos días, que se resintió de problemas físicos y solo pudo hacer 330,45 puntos. La última posición de esta final la ocupó la británica Tonia Couch con 323,70 sin entrar en ningún momento en la lucha.








SIETE DE OCHO OROS PARA CHINA

            La participación de los saltadores chinos en estos Juegos Olímpicos se ha saldado con un total de siete oros de ocho posibles, destacando que en categoría femenina han obtenido lo máximo a lo que aspiraban. En la última de las pruebas olímpicas, la final de Plataforma de 10 metros individual masculino, llegó el séptimo oro de la mano de Aisen Chen, siendo la plata para el mexicano Germán Sánchez y el bronce para el medallista de oro en Londres, el estadounidense David Boudia. El otro chino en competición, Bo Qiu, plata olímpica en Londres y campeón mundial en las tres últimas ediciones, solo pudo ser sexto tras cometer dos fallos muy importantes.



            Aisen Chen, de veinte años, ya había sido oro en estos mismos Juegos en la Plataforma sincronizado junto a Yue Lin. Antes de eso, su mayor logro fue el oro en Plataforma sincronizado en el mundial de Kazan con el mismo compañero.




            En la serie preliminar de saltos disputada el viernes 19 de agosto, el británico Tom Daley se situaba por delante de los dos saltadores chinos con un fantástico total de 571,85 puntos, 7,10 por delante de Bo Qiu que quedaba segundo y 26,50 sobre Aisen Chen, tercero. En la cuarta posición terminada David Boudia, aunque ya a 75 puntos de Daley. No hubo eliminaciones especialmente destacables en esta ronda, así que se presentaba una semifinal muy igualada. Daley además realizó el mejor salto de todas las preliminares con el que sumó 103,60 puntos.




            La gran sorpresa de las semifinales que se disputaron el sábado 20 por la mañana tuvo nuevamente a Tom Daley como protagonista. El británico, medallista olímpico de bronce en Londres, campeón mundial en Roma 2009 y vigente campeón de Europa, después de ser el mejor de las preliminares caía estrepitosamente eliminado al ocupar la decimoctava y última posición en estas semifinales. Tras realizar en la segunda y tercera tanda saltos muy flojos, pudo reaccionar y tener opciones de clasificarse, pero su último salto de 50,40 le relegaba al último puesto y a la eliminación con un total de 403,05 puntos. Hubiera necesitado más del doble de lo conseguido en el último salto para pasar de ronda.



            Además de Daley, también quedaron eliminados en estas semifinales el ruso Nikita Shleikher (17º) bronce en el último europeo, el canadiense Vincent Riendeau (14º) subcampeón mundial en Kazan 2015 en sincronizados mixtos junto a Meaghan Benfeito, y el estadounidense Steele Johnson (13º) medallista de plata en estos Juegos de Rio junto a David Boudia en la Plataforma sincronizado.




            El mejor de estas semifinales con mucha ventaja sobre el resto fue el chino Aisen Chen con 559,90 puntos, seguido de su compatriota Bo Qiu a 55,20 puntos y en tercer lugar el mexicano Iván García, que realizaba una gran actuación tras haber quedado decimoquinto en las preliminares. Floja actuación en estas semis del mexicano Germán Sánchez y de David Boudia, noveno y décimo respectivamente.




            La gran final se disputó esa misma tarde, y tras la primera tanda se situaba en cabeza Aisen Chen con 96,90 puntos, por delante de Bo Qiu a 2,40 y en tercera posición se situaba el alemán Martin Wolfram a 6,90. Los dos mexicanos se situaron en 4º y 6º puesto, mientras que David Boudia finalizaba esta ronda en quinta posición.



  
            El vuelco en la clasificación tras la segunda ronda fue considerable. Boudia se colocaba en cabeza con una ventaja de 6,95 puntos tras realizar el mejor salto de toda la tanda con 94,40 y adelantaba a Aisen Chen, que realizaba el peor salto de su serie con 78,75. Pero el gran batacazo fue el del otro chino, Bo Qiu, que caía de la segunda a la última posición tras un fallo clamoroso que le hacía sumar únicamente 47,25 puntos. Tercero tras Boudia y Chen se mantenía Wolfram, mientras que el francés Benjamín Auffret ascendía de la octava a la cuarta plaza.




            El más mínimo fallo podía hacer que un saltador cayese en picado en la clasificación, más aún de lo que lo hacían desde la Plataforma, y fue lo que le ocurrió en la tercera ronda a Iván García, que bajaba de la sexta plaza a la última con su salto de 54,00 puntos. De la misma forma, un gran salto te podía hacer ascender, como pasó con Bo Qiu, que con sus 102,00 puntos en un salto perfecto de 3,4 de dificultad que los siete jueces puntuaron con un 10, ascendía de la última a la sexta plaza, sentido inverso al recorrido por el mexicano. Aisen Chen volvía al primer puesto con el salto mejor puntuado de la ronda con 102,60 (peor valorado pero con más dificultad que el de Qiu, 3,6). Boudia bajaba al segundo puesto y Wolfram se mantenía tercero.




            La cuarta tanda de saltos fue una pequeña masacre para varios de los finalistas, donde hasta cuatro saltadores fallaron en el mismo salto: Triple mortal y medio atrás, en unos casos agrupado y en otros carpado. Entre los que fallaron se encontraba Martin Wolfram, que caía a la sexta posición, alejándose de las medallas. Aisen Chen realizaba otro buen salto y se mantenía en cabeza, con una ventaja de 17,65 puntos sobre Boudia, que se salvaba del cataclismo del fatídico salto y el carpado lo realizaba correctamente. Con otro magnífico salto de 102,60 Bo Qiu volvía a ascender hasta colocarse en tercera posición a menos de ocho puntos de la plata provisional, y cuarto se situaba Germán Sánchez.





            Otro saltazo de Aisen Chen de 105,45 puntos ampliaba su ventaja con Boudia hasta los 20,50 puntos con un único salto por realizarse. La competición de Bo Qiu era un auténtico tobogán, y esta vez le tocó bajar, puesto que con su fallido salto de 47,50 abandonaba su posición de privilegio y era relegado al séptimo puesto, perdiendo toda opción de medalla. Esa tercera plaza que dejaba libre el chino era ocupada por Germán Sánchez a únicamente 15,30 puntos de la segunda posición de Boudia. Cuarto volvía a colocarse Auffret, todavía con opciones de medalla.





            El primer saltador importante en realizar su último salto fue David Boudia, que realizaba un salto bastante mediocre de 68,45 totalizando 525,25 puntos, que le alejaba del oro y le dejaba en serio peligro de perder medalla. Tras Boudia era el turno de Germán Sánchez, que con un total de 532,70 gracias a los 91,20 que sumó adelantaba al estadounidense y se ponía en cabeza de la clasificación.







            El saltador que quedaba con opciones de alcanzar a Boudia era Auffret, pero no realizó un buen salto y totalizó finalmente 507,35, quedando por detrás de Sánchez y Boudia. El penúltimo saltador fue Bo Qiu, que acabó totalizando 488,200, lejos de las medallas.



            Solo quedaba por saltar Aisen Chen, que salvo un estropicio considerable tenía el oro en su mano, y no falló, más bien al contrario, realizó el mejor salto de toda la competición con 108,00 puntos (3,6 de dificultad y cinco dieces), que lo llevó a la medalla de oro con 585,30 puntos totales. La plata fue para Germán Sánchez y el bronce para David Boudia, siendo cuarto Benjamín Auffret.





  
            La quinta posición final fue para Martin Wolfram con 492,90, por delante de Bo Qiu. El séptimo puesto fue ocupado por el puertorriqueño Rafael Quintero, que realizó un concurso muy completo con 485,35, subiendo desde la undécima plaza que ocupaba tras el primer salto. Octavo terminó el ruso Viktor Minibaev con 481,60 en un concurso muy irregular. La novena plaza fue ocupada por el alemán Sascha Klein con 424,15 puntos, mejorando los 418,95 de Iván García, que se vino abajo tras su fallo en el tercer salto, cometiendo otro aún mayor en el quinto que le relegó a la décima posición final entre lágrimas. Las dos últimas posiciones fueron ocupadas por el surcoreano Haram Woo (414,55) y el australiano Domonic Bedggood (403,80).












Ignacio Ortiz

@00CAFETERO