martes, 10 de febrero de 2015

LA NATACION, VALOR EMERGENTE DEL DEPORTE ESPAÑOL (PARTE 2)


            Desde que escribí la primera parte de este post ( http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2014/01/la-natacion-valor-emergente-del-deporte.html ) ha pasado algo más de un año, en el que la natación española no ha hecho nada más que pasar de valor emergente a consolidarse como uno de los principales referentes del deporte español, merced a las grandes actuaciones de nuestr@s nadadores (fundamentalmente las chicas) en los diferentes eventos celebrados en 2014.


            Pero continuando por donde me había quedado en la cronología de la historia de la natación española, es el momento de recordar la irrupción del gran especialista de espalda Martín López-Zubero, que en 1989, en los Europeos de Bonn, se hizo con la medalla de oro en los 100 espalda. Esta fue la primera de otras muchas que consiguió tanto en europeos como mundiales, con la guinda del oro olímpico en Barcelona’92 en los 200 espalda.


            El español nacido en Jacksonville batió en dos ocasiones el record mundial de los 200 espalda, en primer lugar el 13-8-1991 con un tiempo de 1:57:30, desposeyendo al soviético Igor Polyansky que lo tenía desde 1985, y unos meses después, el 23 de noviembre del mismo año, superando su propia plusmarca, dejando el record en 1:56:57, un record que estuvo vigente durante casi ocho años, hasta que el estadounidense Lenny Krayzelburg lo batió en agosto del 99.



            El hermano menor de David, participó en tres JJOO defendiendo los colores de España, siendo undécimo en los 200 espalda en Seúl’88, el oro ya referido de Barcelona ’92 (también fue cuarto en 100 espalda y séptimo en 100 mariposa), y doble diploma olímpico en Atlanta’96 (cuarto en los 100 y sexto en los 200 espalda). A esto hay que sumarle dos oros mundiales (200 espalda en Perth’91 y 100 espalda en Roma’94), una plata (200 espalda en Roma’94) y un bronce (100 espalda en Perth’91), y los cinco oros europeos y dos platas entre Bonn’89 (1 oro), Atenas’91 (2 oros en 100 y 200 espalda y una plata en 100 mariposa), Sheffield’93 (oro en 100 y plata en 200 espalda) y Sevilla’97 (oro en 100 espalda). Es uno de los más grandes de la natación española.


            Pero no sólo de Martín vivía la natación española en la década de los noventa. Sergi López también se hizo con una medalla de bronce en los europeos de Atenas’91 en su mejor prueba, los 200 braza, y en Sheffield’93 llegaba la primera medalla de la natación femenina española en un gran evento, el 7 de agosto de 1993, merced al bronce de Silvia Parera en los 200 metros estilos. Y un día después, Bárbara Franco se colgaba otra medalla de bronce en los 200 mariposa (por delante de María Peláez que fue cuarta).


            Empezaban a llegar las medallas en las grandes competiciones para la natación española, incluso en las pruebas de relevos, como el bronce del 4x100 estilos femenino en el europeo de Viena’95, compuesto por Ivette Maria Tato, Maria Olay, María Peláez y Claudia Franco. De la misma forma, en los europeos celebrados en Sevilla’97, además de la medalla de Martín López-Zubero, también se obtuvo otro oro de mano de la malagueña María Peláez en 200 mariposa y una plata por parte de Frederik Hviid en los 400 estilos.


            En los europeos de Estambul’99, otras cuatro medallas fueron a parar al cuello de nadadores españoles. Un oro por parte de Frederik Hviid en los 400 estilos y tres platas, una de María Peláez en 200 mariposa y dos de Nina Zhivanevskaya (que recientemente había adquirido la nacionalidad española) en los 50 y los 100 espalda.




            También en  piscina corta destacaban nuestros nadadores, como por ejemplo con la plata en 4x100 estilos que obtuvieron en los primeros mundiales celebrados, en Palma de Mallorca en 1993, por parte de Carlos Ventosa, Sergi López, Joaquín Fernández y José María Rojano. También se consiguieron dos bronces en Hong Kong’99 con Frederik Hviid y Lourdes Becerra, ambos en 400 estilos. Y en Valencia'00 otras seis medallas fueron al zurrón de España, con cuatro platas (dos de Hviid en 1500 libres y 400 estilos y dos de Zhivanevskaya en 50 y 200 espalda) y dos bronces (otro metal para Nina en 100 espalda y la de Jorge Luis Ulibarri en los 50 mariposa).



En europeos, Rostock’96 vio el oro de Bárbara Franco y el bronce de María Peláez en la misma prueba, los 200 mariposa. En Sheffield’98 hubo cuatro medallas, plata y bronce para Lourdes Becerra (200 braza y 400 estilos respectivamente), plata para Frederik Hviid (400 estilos) y bronce para Jorge Sánchez Balsas (200 espalda), y otras cinco en Lisboa’99, tres de ellas para Nina Zhivanevskaya (un oro en 100 y dos platas en 50 y 200 espalda), una para Frederik Hviid (oro en 400 estilos) y un bronce para Teo Edo (1500 libres).


            De este periodo, hay otros muchos nadadores que, aunque no consiguiesen medallas en estos grandes eventos, ayudaron a mejorar el nivel de nuestra natación, como es el caso de Nuria Castelló, Ramón Camallonga, Itziar Esparza, Juan Benavides, Maria Angels Bardina, Sergi Roure, Blanca Cerón, José Luís Ballester, Maria Rosario Zazo, Marc Capdevila,…,


…así como jóvenes que ya empezaban a ser realidades como Laura Roca, Javier Noriega, Mireia García, David Ortega, Tatiana Rouba, Santiago Castellanos, Ángela San Juan, Erika Villaécija



            En Sydney 2000, España sólo pudo conseguir una medalla, y fue Nina Zhivanevskaya quien se hizo con el bronce en los 100 espalda. Nina se convirtió en el gran referente de la natación española en aquellos años, puesto que unos meses antes había conseguido el oro europeo en las tres distancias de la espalda (50,100 y 200) en Helsinki. En esos mismos europeos, David Ortega fue oro en los 100 y bronce en los 50 espalda, y Mireia García también se hizo con el bronce en los 200 mariposa, llevando a España al quinto lugar del medallero.
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            Tras no conseguirse metales en los mundiales de Fukuoka’01, en los europeos de Berlín’02 se consiguieron tres, dos por parte de Nina Zhivanevskaya (oro en 50 y plata en 200 espalda) y otra de plata por el relevo de 4x200 libres formado por Laura Roca, Melissa Caballero, Erika Villaécija y Tatiana Rouba. Y nuevamente fue Nina la única medallista española en los mundiales de Barcelona’03 gracias a su oro en los 50 espalda.


            Tras es éxito de nuestros nadadores en el europeo de Madrid 2004, donde se consiguieron cinco medallas (2 oros, con Erika Villaécija en 800 libres y el relevo 4x200 libres de Tatiana Rouba, Melissa Caballero, Laura Roca y Erika Villaécija, una plata de Nina Zhivanevskaya en 50 espalda y dos bronces de Nina y de David Ortega, en 100 y 50 espalda respectivamente) se esperaba una buena actuación de nuestros nadadores en los Juegos Olímpicos de Atenas, pero por desgracia no pudo ser así y España se vino sin medallas de la ciudad helena.




            Y hasta aquí la segunda parte de este post, dejando para una tercera y definitiva los últimos diez años de la natación española, una época plagada de éxitos y que la sitúa como un gran referente del deporte patrio.


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Ignacio Ortiz

@00CAFETERO

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