…en
un partido épico, en una noche para la historia y el recuerdo de todos los
azulillos que tuvimos la suerte y el privilegio de estar presentes en
Linarejos.
Es muy
complicado definir con palabras lo vivido en la noche del 16 de Junio de 2019,
el día en el que nuestro Linares Deportivo escribió una página de oro en el
libro de las grandes hazañas futbolísticas, el día que un fantasma dañino que
llevaba pululando por los cimientos de Linarejos casi 22 años fue exorcizado
por la comunión perfecta entre equipo y afición, el día que se consumó de la
manera más agónica la justicia poética del fútbol…, un día que ha quedado
grabado a fuego en la memoria de todos los que lo sufrimos y lo disfrutamos al
mismo tiempo.
Ahora ya ha
quedado atrás el Moralo C.P. y solo hay que pensar en la decisiva eliminatoria
que nos queda frente a un equipo tan potente y peligroso como el C.F. La Nucía,
compuesto por una plantilla de jugadores con experiencia que intentarán frenar el
momento dulce y la euforia que vive el Linares Deportivo y su fanaticada, pero
la confianza de los azulillos es plena y lucharemos todos juntos por lograr un
ascenso que, sin desmerecer a los rivales, nos corresponde y nos merecemos por
equipo y afición.
Estos
Play-Offs de ascenso nos han dejado un lema, una frase que los azulillos hemos
tomado como referente de nuestra pasión, esa que pronunció Pablo Ortiz en pleno
éxtasis tras eliminar al Tenerife B ( https://espiritucafetero.blogspot.com/2019/06/ahuyentando-fantasmas-el-linares.html
) y que define a la perfección lo que sentimos los linarenses a pesar de vernos
golpeados una y otra vez por las desgracias, el paro y el olvido…
¡¡¡¡¡ NO NOS PARA NI DIOOOOOOSSSSSS !!!!!
Contrariamente
a lo habitual, en esta ocasión voy a comenzar por el final, por esa agónica
tanda de penaltis, por ese viejo fantasma al que echamos de Linarejos a base de
gritos y goles que desde 2007 nos venía atormentando cuando, en otra
eliminatoria de ascenso a 2ªA y tras igualar el 2-0 en contra de la ida con el
Racing de Ferrol, caímos de la manera más cruel y dolorosa. En esta ocasión, la
moneda al aire que supone el pase de una eliminatoria por penaltis cayó de cara
para el Linares Deportivo, y en lugar de contaros como fue, lo mejor es que la
veáis íntegramente tal y como la viví yo…
Y
ahora si, comenzaré por lo que fue el partido, poniéndonos antes en
antecedentes, puesto que este era el partido de vuelta de la segunda
eliminatoria de ascenso a 2ªB, y el Linares Deportivo se veía en la complicada
tesitura de tener que remontar un 2-0 adverso del partido de ida disputado el
fin de semana anterior en Navalmoral de la Mata, en un partido en el que los
azulillos merecieron traerse un mejor resultado pero donde el Moralo supo sacar
petróleo de sus ocasiones.
La
apuesta de Juan Arsenal para remontar el partido estaba clara, un once titular
claramente ofensivo con Chendo y Javi Bolo arriba y con Pedro Beda de enlace,
así como la vuelta de Miguelito a la banda derecha. La baja de nuestro capi
Jonathan Rosales, lesionado gravemente en el partido de vuelta ante el Tenerife
B y al que deseo una buena y pronta recuperación, fue cubierta por el nuevo
fichaje del equipo, Alex Carmona.
El
partido se fue calentando durante toda la semana por la redes sociales,
buscando que Linarejos fuese el de las grandes ocasiones, y aunque no se logró
el lleno esperado teniendo en cuenta el gran esfuerzo económico por parte de la
directiva rebajando notablemente los precios de las entradas, si que hubo más
de 6.000 almas entregadas a su equipo desde mucho antes de comenzar el partido,
como se pudo ver en el espectacular recibimiento que se le hizo al autobús del
equipo en la glorieta del “Zapatones”, simplemente espectacular…
Hubo
muchos motivos que me hicieron creer durante toda la semana en que la remontada
era posible, indicios casi inconscientes que me alertaban sin yo saberlo que
iba a vivir una experiencia que no olvidaré en mi vida, como cuando el martes por
la tarde fui a sacar mi entrada y la de mi hermano y en la sede estaba Lopito,
sentado consultando su móvil, y contrariamente a mi costumbre, tras recoger mis
entradas y comprarme una camiseta azulilla para lucirla en el partido me
acerqué a Lopito y le dije “Mucho ánimo crack!!!!, Mucha suerte el domingo!!!!!”…
o cuando tras el recibimiento al equipo me quedé un rato en los alrededores de las
taquillas, muy cerca de un azulillo grande como Chico, desafortunado
protagonista de aquella tanda de penaltis contra el Ferrol, y me dio por
acercarme a la estatua de Fran Carles y sacar una foto, como intuyendo que
acabaría siendo uno de los grandes protagonistas del partido, algo que
descubrimos tras el último penalti anotado por Chendo…
Con
el pitido inicial se comenzó a ver que el Linares no iba a jugar con 11
jugadores únicamente, puesto que el jugador nº12, su gran hinchada, estaba
dispuesta a hacerse notar y así lo hizo durante todo el partido, mostrando su
apoyo incondicional a unos jugadores que salieron a por el partido desde el
primer momento, presionando muy arriba y controlando el balón con claridad.
Los
primeros acercamientos a la meta contraria eran azulillos, aunque sin excesivo
peligro, destacando un lanzamiento desde el borde del área de Pedro Beda que
salió desviado junto al palo.
El minuto 8 en
Linarejos sigue siendo especial, con todo el campo aplaudiendo (menos el sector
del Moralo…) a nuestro eterno capitán, sin que supiésemos que estaba ahí, en el
campo, el jugador nº13, un ángel que llegó para insuflar su aliento a su equipo
del alma cuando más lo necesitaba…
Con
Rodri manejando el tempo del partido a su antojo el Linares Deportivo buscaba
una y otra vez los centros al área. De estos centros llegaron algunas de las
ocasiones más claras del Linares en la primera parte, como los remates de
cabeza de Josema, Alex Carmona y Chendo, aunque sin crear demasiadas
complicaciones a un guardameta cacereño que se mostraba muy seguro por arriba.
Era
un partido muy importante para Jorge Barba, injustamente criticado por parte de
un sector de la afición durante los últimos partidos de la temporada liguera, y
se le vio muy enchufado en todo momento, buscando el balón y realizando
lanzamientos lejanos, aunque sin demasiada suerte. También estuvo muy combativo
Chendo, que dispuso de una gran ocasión tras jugada personal pero su tiro por alto
fue desviado a córner por el portero Diego.
El
desgaste físico de los jugadores linarenses era notable y el Moralo logró salir
en un par de ocasiones al ataque en los minutos finales de la primera parte,
creando un par de ocasiones de cierto peligro con un centro que se paseó por el
área y con un disparo lejano de Gómez que rechazó Lopito con una soberbia
palomita.
Poco
antes del descanso se produjo la peor noticia del día, la lesión de Rodri que
no se pudo reincorporar al campo y tuvo que ser sustituido en la reanudación
por Pablo Ortiz. Lamentablemente esta lesión deja a Rodri sin poder jugar los
partidos decisivos ante el C.F. La Nucía, puesto que su esguince de rodilla lo
va a dejar fuera de los terrenos de juego entre cuatro y seis semanas.
Con
el empate a cero inicial concluía un primer tiempo de absoluto control azulillo
pero sin poder abrir la ordenada defensa del Moralo, que además perdía tiempo
con cada saque de puerta, banda o falta, con la permisividad arbitral.
No
cambió mucho el panorama con el comienzo de la segunda mitad, puesto que el
Linares Deportivo seguía volcado sobre la meta del Moralo buscando el gol, con
balones colgados y remates de sus defensas o con lanzamientos exteriores como
el de Jorge Barba que obligó a Diego a hacer una gran parada.
El
Moralo tuvo una buena ocasión en el minuto 9 con una jugada por banda izquierda
de Caramelo pero su disparo fue repelido con solvencia por un Lopito que se
mostraba muy seguro en los pocos acercamientos visitantes.
El
técnico linarense Juan Arsenal movió nuevamente el banquillo buscando más
profundidad por banda y dio entrada al terreno de juego a Chinchilla en lugar de
un voluntarioso y luchador Javi Bolo. Era una apuesta arriesgada pero necesaria,
el equipo necesitaba un cambio de enfoque para desequilibrar la seguridad que
estaba mostrando la zaga del Moralo.
En
el minuto once acabó llegando el fruto de tanto esfuerzo cuando un balón en
profundidad hacia la banda izquierda de Pablo Ortiz sobre Jorge Barba era
controlado de manera magistral por el centrocampista azulillo, orientando el
balón hacia el área y dejando con ello a Cheles por los suelos y con un recorte
digno de un mago del balón se zafó de otro defensa y con su pierna derecha
disparó raso haciendo inútil la estirada de Diego. Linarejos estalló en júbilo
y su empuje y ánimo a los jugadores se hizo más notorio creyendo en la
remontada.
No
hubo momento para celebraciones, eso se quedó para el público, puesto que los
jugadores rápidamente volvieron a su campo para que el balón rodase lo antes
posible, unos segundos preciosos que a la postre acabaron siendo decisivos…
Hubo
una mano dudosa en el borde del área del Moralo que reclamamos desde la grada,
aunque pienso que no era infracción, pero eso encendió un poco más a una
afición completamente volcada con su equipo, y más aún cuando saltó al campo
Alex Rubio por un Miguelito que hizo un muy buen partido volviendo de su
lesión.
El
asedio al marco de Diego continuaba, con llegadas de peligro constantes como un
remate de cabeza de Chendo que salió desviado o un tiro desde dentro del área
de Pedro Beda que detuvo con seguridad el cancerbero visitante. La ilusión
azulilla se mantenía viva pero los minutos pasaban inexorablemente, provocando
el nerviosismo en el campo y en la grada, y más aún cuando en un balón largo
Valentín se quedaba sólo ante Lopito pero su intento por superar al gran
portero linarense fue infructuoso.
Desde
su salida al campo Chinchilla se mostró muy voluntarioso, y de sus botas y sus
internadas por banda derecha llegaron un par de ocasiones linarenses, siendo
despejadas por la zaga cacereña. También lo volvió a intentar de lejos Barba,
pero esta vez su tiro lejano salió alto.
El
partido agonizaba, y con ello las posibilidades azulillas a pesar de no cejar
en su empeño, y cuando se cumplió el minuto 90 y se levantó el cartel que
anunciaba que se iban a jugar cinco minutos de descuento, algo insuficiente a
tenor de las reiteradas pérdidas de tiempo visitantes, estaba claro que era el
momento de la heroica, ese momento en el que el corazón puede sobre la mente,
en el que necesitas ayuda divina…
…
y esa ayuda llegó cuando Lopito, en un arranque de genio, de furia, de fuerza, como
hizo mucha veces nuestro eterno capitán Fran Carles, salió con el balón
controlado desde su área y subió a la desesperada hasta el área rival, le dio
el balón a Pedro Beda, quien tocado físicamente pero todo coraje colgó el balón
al área donde Josema, que hacía unos minutos había dejado su lugar en la
defensa para situarse de ariete, prolongó la bola hasta Alex Rubio el cual de
primeras le devolvía la bola a Josema que remataba en semifallo llegándole la
bola a Chendo, rodeado por todos lados de jugadores del Moralo…
…
con el tiempo de prolongación prácticamente cumplido, con los gritos de los
aficionados del Moralo que cantaban “Adiós, Linares, Adiós…”, con todos los
azulillos en pie con el corazón en un puño esperando ver lo que era capaz de
hacer nuestro gran delantero, con Lopito desmarcado a su espalda esperando
impaciente… y Chendo hizo lo imposible, lo inesperado, se revolvió sobre sí
mismo y con un escorzo inverosímil logró lanzar a portería junto al palo
izquierdo de Diego, el mismo sitio por donde entró el balón de aquel histórico
gol de Fran Carles contra el Castellón, desatando la locura en Linarejos,
haciendo temblar los cimientos del Vetusto con los saltos de alegría de una
afición que no se terminaba de creer lo que acababa de suceder.
No
hubo tiempo para nada más, el partido finalizó con este agónico tanto que
forzaba la prórroga, consiguiéndose de esta manera la primera parte de la
remontada que todo azulillo soñó durante la semana, pero todavía había que
consumarla y quedaban treinta minutos por delante.
El
golpe moral que supuso el gol en el descuento fue acusado notablemente por el
equipo visitante, viéndose superado en la primera parte de la prórroga por un
Linares Deportivo arrollador que llegaba al área del Moralo una y otra vez con
mucho peligro con ocasiones para Chinchilla, Pedro Beda, Pablo Ortiz, Chendo y
especialmente con un disparo lejano de Alex Rubio que fue despejado in extremis
por el guardameta Diego.
Más
de lo mismo durante la segunda parte de la prórroga, con un continuo asedio al
área del Moralo sin que llegase a fructificar en forma de gol, lo que hacía que
se cerniese una fea neblina sobre la mente de los aficionados azulillos
recordando lo que pasó doce años antes con el Racing de Ferrol, con el fantasma
de aquel mano a mano de Troiteiro y la sombra de la tanda de penaltis que se
acabó perdiendo.
Fueron
numerosas las oportunidades que tuvo el Linares en este periodo para desnivelar
el marcador, pero en esta ocasión no hubo suerte y se llegó al final de tiempo
extra sin que hubiese novedades en el marcador, lo que obligaba a que se
disputasen su puesto en la final por el ascenso desde los 11 metros.
Nos
encomendamos a todos los santos, a nuestra patrona que celebraba sus Fiestas
del Voto, pero sobre todo nos encomendamos a San Lopito y a un grupo de
jugadores que se habían dejado la piel en el campo, que es lo que realmente
valora una afición tan fiel y soberana como la linarense, y que contaban con el
respaldo de todo el estadio. Y para redondear el ambiente los penaltis se iban
a lanzar en la portería del fondo de Santana, donde estaba la fanaticada
azulilla, la contraria a la que se perdió frente al Ferrol.
Comenzó
lanzando el Moralo, anotando el primer gol Gómez con un buen lanzamiento
engañando a Lopito, para a continuación igualar Alex Rubio con serenidad. El
segundo lanzamiento ejecutado por Pinilla por parte del Moralo tocó el palo
izquierdo de Lopito, pero el balón acabó entrando en la portería, colocándose
nuevamente los cacereños por delante.
Otra
vez volvía a ponerse todo en contra del Linares Deportivo, parecía que la
historia se volvía a repetir, pero teníamos bajo palos a Lopito, que en una
sensacional acción de puros reflejos detuvo con el pie el lanzamiento de
Valentín, lo que unido al tanto anotado a continuación por Pedro Beda restituía
la igualdad al marcador.
En
el cuarto lanzamiento Lopito estuvo a punto de detener el balón de Rodao, pero
el fuerte lanzamiento colocado del jugador cacereño acabó entrando en la
portería. A continuación fue Pablo Ortiz quien volvió a engañar a Diego y
volvía a igualar el marcador, llegándose así al quinto lanzamiento.
Por
el Moralo fue Chele, el mismo que se encaró y empujó para provocar a Pablo
Ortiz tras el partido en Navalmoral, el elegido para realizar el quinto
lanzamiento, anotando por alto y dejando la situación favorable a su equipo
esperando el fallo de Dani Espejo, pero el lateral azulillo no falló, llevando
la tanda a la muerte súbita tras la igualdad existente tras los cinco
lanzamientos reglamentarios.
Era
el momento ideal para que se produjese un milagro, y no me preguntéis por qué,
pero tenía el presentimiento que algo iba a suceder, y eso que nunca he sido
especialmente sensitivo para esas cosas, pero por un instante volvieron a mi
mente los momentos antes del partido cuando me paré a sacar la foto a la estatua
de Fran Carles, y estoy seguro que ahí estaba, en el campo, en el corazón de
todos y cada uno de los azulillos que gritábamos cuando Alonso se acercaba al
balón…
…
un balón que salió del pie izquierdo del centrocampista cacereño en sentido
ascendente, intentando alejarse de la manopla derecha de un Lopito que había
intuido la dirección, pero se alejó más de lo que esperaba como empujado por
una mano invisible y acabó estrellándose en el travesaño de la portería, siendo
el balón repelido de vuelta hacia Alonso para algarabía del público. ¿Se había
producido un milagro?, ¿Nuestro ángel de la guarda había intervenido en ese
lanzamiento?. La respuesta nos la iba a dar Lopito unos instantes después…
Era
el momento de la verdad, y nuevamente Chendo tenía la opción de sentenciar el
paso de nuestro equipo a la eliminatoria definitiva. No se lo pensó dos veces,
fue hacia el balón con decisión, lo colocó sobre el punto y lanzó con toda el
alma, potente, por el centro y arriba, imposible para Diego… y mientras Chendo
corría loco de alegría hacia un lado del campo, en el otro, nada más entrar el
balón en la portería, Lopito se despojaba de su camiseta para dejar ver la que
llevaba debajo, una azulilla con el nº8 impreso, si, el de nuestro eterno
capitán Fran Carles, el jugador nº13 que ayudó con su espíritu a Chendo para
igualar la eliminatoria en el descuento y el que con su alma azulilla redirigió
el lanzamiento de Alonso para que se estrellase en el larguero. Llamadme iluso,
soñador o lo que queráis, pero nadie me quitará de la cabeza que Linarejos
tiene un ángel de la guarda llamado Fran Carles.
Al
final la justicia del fútbol se acabó consumando, pasó la eliminatoria el
equipo que más lo mereció para darle una gran alegría a toda una ciudad tan
maltratada desde hace años como Linares, así como a su gente, luchadora,
valiente y decidida, volcada con su equipo y sus jugadores, de los que se
siente tremendamente orgullosa por haber demostrado esos mismos valores sobre
el campo.
Ahora
solo queda pensar en la última eliminatoria, en la final ante La Nucía, pero
pase lo que pase, lo vivido en este partido frente al Moralo quedará siempre en
el recuerdo de los que lo vivimos, quitándonos esa espina clavada hace 22 años
que tanto dolía. No sé qué pasará, si subiremos o no, yo confío en el ascenso,
pero sobre todo confío en mis jugadores, que lo darán todo para traer algo de
luz y alegría a nuestra ciudad.
¡¡¡¡¡VAMOS LINARES!!!!!
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO
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