Un
Estadio de fútbol como Linarejos, el “Templo Azulillo”, el “Vetusto”, a lo
largo de sus más de 60 años de historia ha ido llenándose de grandes recuerdos
que permanecen grabados en la memoria de las generaciones de azulillos que ha
poblado sus gradas, pero al mismo tiempo también se han ido escondiendo
fantasmas por sus esquinas y recovecos; unos fantasmas que en ocasiones tienen
nombres y en otras son meras estadísticas, y uno de esos fantasmas es el que
nos dice lo mal que se le daba a nuestro Linares remontar en casa los
resultados adversos cosechados fuera, y ese fantasma precisamente es al que
hemos ahuyentado con la comunión perfecta entre equipo y afición para vencer en
un partido muy complicado al Tenerife B y pasar de esta forma a la segunda
eliminatoria de ascenso a 2ª División B.
Todo
comenzó cuando Julio Baptista sacó la bola del Tenerife B y a continuación la
del Mensajero, pero al ser equipos del mismo grupo no se podían enfrentar entre
si, por lo que tuvo que sacar otra bola y en esta ocasión fue la del Linares
Deportivo. La ida se disputaría en Tenerife y la vuelta en Linarejos, al haber
quedado el conjunto linarense en segunda posición de su grupo por el cuarto
puesto del grupo XII ocupado por los tinerfeños, logrado in extremis en la
última jornada dejando fuera al Lanzarote.
El
partido de ida, disputado el domingo 26 de mayo de 2019 al mediodía (hora
canaria) terminó con el triunfo del Tenerife B por 1-0 merced a un gol de
Elliot Gómez en el último minuto del tiempo reglamentario de falta directa. Fue
un resultado justo puesto que el conjunto insular puso mucho más en el partido
y el Linares Deportivo no terminó de adaptarse a las condiciones de fuerte
viento reinante en la Ciudad Deportiva Javier Pérez, siendo Lopito con sus
buenas intervenciones y la sobriedad defensiva linarense los que mantuvieron
viva la eliminatoria de cara al partido de vuelta.
Al
final de este encuentro se produjo un lamentable incidente al ser agredido el
jugador linarense Josema por un aficionado local, acto totalmente reprochable
sea quien sea el agresor, en el deporte siempre debe reinar la deportividad
siendo este tipo de acciones denunciables.
Con
el ambiente caldeado por este tipo de acciones y con el sueño de una ciudad
entera por ver a su equipo en la categoría que, como mínimo, le corresponde, se
afrontaba el partido de vuelta con la ilusión de una difícil remontada pero con
el ánimo por las nubes, y más viendo el recibimiento que se le hizo al autobús
del equipo en la glorieta del Paseo de Linarejos, donde los jugadores
comenzaron a sentir lo que un par de horas después vivirían sobre el campo: El
ánimo y el empuje de su fiel afición.
La
tensión en los minutos previos al comienzo del partido iba creciendo, pero al
mismo tiempo la confianza entre los 4.041 espectadores que acabaríamos poblando
las gradas de Linarejos para insuflar nuestro aliento a los jugadores
azulillos. La gente iba llegando poco a poco, especialmente debido al calor
reinante en Linares esa tarde (domingo 2 de junio, 19:30 horas), y gracias a
que la RFEF retrasó en media hora el comienzo del partido…
El
técnico local Juan Arsenal puso toda la carne en el asador con la alineación
inicial, colocando dos delanteros natos para buscar un gol tranquilizador lo
antes posible, con su mejor artillero este año como es Chendo Alarcón y a un
Javi Bolo que está en estado de gracia anotando goles durante las últimas
jornadas de liga. Por lo demás salió con su equipo habitual salvo la baja del
lesionado Miguelito que fue suplida como en las últimas semanas por Chinchilla.
La
ovación al equipo al saltar al campo fue clamorosa, todos creíamos en la
remontada y lo queríamos demostrar desde el primer momento. El saque de honor
lo realizó, con gran acierto por parte del club, esa afición que tanto le
aporta representada en el abonado nº1, Mateo Pino.
No
suelo comentar por norma general la actuación arbitral, pero en este caso si
diré que el colegiado del partido, Manuel González Campo del colegio manchego,
estuvo bastante mal, casi diría que penoso, comenzando por el minuto de
silencio en memoria de José Antonio Reyes, el cual cortó incomprensiblemente
sin llegar al medio minuto siquiera, llevándose la primera gran pitada de la
afición azulilla, muy sensibilizada con este tipo de desgracias que
lamentablemente tenemos tan presentes…
Desde
el pitido inicial con el saque de centro de Javi Bolo se pudo comprobar que la base
fundamental para la remontada se había logrado, que era la comunión total entre
equipo y afición, algo que se había perdido extrañamente en los últimos
partidos ligueros cuando algunos de los jugadores fueron criticados desde la
grada, en mi opinión de manera muy desacertada y sin sentido.
Pronto
pudimos ver también que los jugadores tinerfeños iban a intentar perder todo el
tiempo posible, tirándose al suelo para ser atendidos ya desde el minuto 2. Parece
ser que eso es lo que se enseña hoy en día a las promesas del fútbol… si es así
mal futuro tiene este deporte, porque los aficionados nos cansamos de ese tipo
de actitudes.
Los
primeros minutos fueron de claro dominio linarense, presionando muy arriba al
conjunto visitante y controlando con comodidad el balón, y a los seis minutos
llegó la primera gran ocasión del partido cuando Josema envió al poste derecho
de Otaño un gran remate de cabeza a saque de esquina de Dani Espejo, y el
remate posterior del central linarense fue rechazado por un defensa.
Con
un Linares Deportivo volcado sobre la meta rival se llegó al minuto de recuerdo
a nuestro eterno capitán Fran Carles, con la ovación de toda la grada durante
el minuto 8 de partido.
El
conjunto local seguía presionando, con jugadas por banda de Chinchilla que no
tenía suerte con el pase final y con un buen disparo de Jorge Barba que rechazó
con apuros el cancerbero visitante sin que Chendo pudiese aprovechar el balón
suelto.
La
presión linarense era insistente, y el Tenerife B apenas lograba pasar del
centro del campo, y cuando lo hacía buscando la contra su intento era
rápidamente neutralizado por la zaga local.
En
otra jugada de estrategia de córner, esta vez desde la esquina derecha del
ataque linarense, llegó un nuevo remate al palo, esta vez con un cabezazo de
Javi Bolo que volvió a repeler nuevamente el palo derecho de la portería de
Otaño, al que le llegó el balón rebotado a sus manos. Parecía que la mala
suerte estaba del lado azulillo, comenzando a asustar ese fantasma de las
remontadas inconclusas…
…
y más aún cuando dos minutos después era Fran Lara quien lanzaba un zapatazo
desde la frontal del área que se estrellaba en el larguero de la meta tinerfeña
y a renglón seguido Otaño detenía por bajo un tiro desde dentro del área de
Dani Espejo, para desesperación de los jugadores y especialmente de la grada. ¡¡¡TRES
PALOS EN 26 MINUTOS!!!.
Con
esta situación se llegó al “cooling break”, la parada para la hidratación de
los jugadores cuando se habían disputado 29 minutos de juego, en los que la
superioridad linarense había sido total y absoluta.
A
estas alturas de partido se produjo una desbandada de parte de la zona de
preferencia, puesto que las personas sentadas por la “L” de Linares tuvieron
que abandonar sus asientos (como he tenido que hacer yo en los últimos partidos
y cambiarme de mi sitio habitual) por la gran cantidad de avispas que pueblan
esa zona (juraría que hay algún que otro avispero por debajo de los asientos, a
tenor de lo que yo mismo llevo viendo últimamente), una situación que pudo
causar algún percance, especialmente para personas alérgicas al veneno de las
avispas… Ojalá el club solucione ese problema.
Este
parón le vino mal al cuadro local, que vio como el Tenerife B comenzó a tocar
más la bola e intentar salir por banda, pero ni aun así lograban inquietar la
portería de Lopito. Durante estos minutos los linarenses intentaron colgar
balones al área y buscar en largo a Chendo, pero sus intentos no fructificaron
y se llegó al descanso con un inquietante 0 a 0 en el luminoso.
En
el periodo de descanso se produjo un percance en la grada cuando un espectador
cayó fruto del calor reinante y tuvo que ser atendido por los miembros de Cruz
Roja durante varios minutos, retrasándose de esta manera el comienzo de la
segunda parte, y nada más reanudarse el partido los linarenses sufrieron un
duro mazazo por la lesión fortuita de su capitán Jonathan Rosales, el cual
lamentablemente sufre la rotura del talón de Aquiles, lo que lo mantendrá fuera
de los terrenos de juego varios meses.
Este
contratiempo obligó al técnico local Juan Arsenal a cambiar el dibujo táctico
del equipo al meter en el campo al centrocampista Pablo Ortiz en lugar del
central lesionado, buscando con ello ser más incisivos en ataque y su actuación
acabó siendo determinante en el devenir del partido.
La
primera gran ocasión linarense de la segunda parte la tuvo Chendo Alarcón que
se adelantaba a la defensa pero su remate de cabeza salía desviado tras el buen
centro de Rodri.
Era
cuestión de tiempo, y de fe, que llegase el gol del Linares, y quien más fe
tuvo fue Chendo, cuando en el minuto 56 recogió un balón en profundidad por
banda izquierda de Pablo Ortiz, se fue de su defensor por fuerza y cuando
encaraba a Otaño le cedía el balón en bandeja a su compañero Javi Bolo quien
golpeaba de primeras con el exterior de su pierna derecha para empujar el balón
al fondo de la portería tinerfeña, desatando la euforia en las gradas.
Poco
después hubo una jugada dudosa dentro del área visitante cuando Jorge Barba fue
derribado por un defensor sin que el colegiado viese nada punible en la acción,
que desde mi posición parecía falta, aunque con ciertas dudas al no tener el
mejor ángulo.
Se
había dado el primer paso, la eliminatoria estaba totalmente igualada, y eso
hizo reaccionar a los visitantes quienes empezaron a acercarse a la portería de
un hasta ese momento inédito Lopito con dos córners consecutivos botados sin
excesivo peligro.
Quien
sí tuvo en sus botas la ocasión de poner por delante al Linares Deportivo cuando
quedaban veinte minutos para el final fue Chendo, que recibió un balón dentro
del área, recortó perfectamente a su defensor y cara a cara con Otaño no pudo
culminar la jugada ante la gran intervención del cancerbero tinerfeño.
Arsenal volvió a mover su banquillo, en esta
ocasión para buscar más frescura en ataque con la salida de Alex Rubio en lugar
del goleador Javi Bolo, realizándose un par de minutos después el segundo “cooling
break” del partido.
El
Linares quería sentenciar el partido dentro del tiempo reglamentario, pero se
notaba que el desgaste tan tremendo realizado hasta ese momento empezaba a
pasar factura, aun así volvió otra vez Chendo a tener una ocasión clarísima
cuando recibe un balón en la frontal, se revuelve perfectamente pero su disparo
a bocajarro es repelido nuevamente por Otaño, y su despeje es recogido primero
por Fran Lara cuyo tiro rechaza un defensa y después por Pablo Ortiz que
dispara alto.
El
control del balón era mucho más equilibrado a estas alturas del partido, pero
las ocasiones claras seguían siendo azulillas, y a falta de ocho minutos para
el final Chendo es derribado claramente dentro del área por Samuel pero el
colegiado, continuando con su penosa actuación, no consideró punible el
flagrante derribo al delantero azulillo.
Pasaban
los minutos y la sombra de la prórroga caía sobre Linarejos al mismo tiempo que
los últimos rayos de sol, y cuando se llegaba ya al límite del tiempo
reglamentario Alex Rubio fue objeto de una tremendo agarrón cuando se marchaba
solo para encarar al portero visitante siendo el defensor solo amonestado con
cartulina amarilla, y tras el saque de esa falta la volvió a tener Rubio, al
que le acabó cayendo un balón muy claro al borde del área chica pero su remate
salió excesivamente cruzado.
En
los seis minutos de prolongación que decretó el colegiado (excesivos, se perdió
mucho más tiempo en la primera parte y ahí solo alargó tres) tuvo el Tenerife B
su mejor ocasión del partido hasta ese momento con una cabalgada por banda
derecha de Josué, la gran pesadilla azulilla en el partido de ida, pero su
disparo desde el vértice del área salió desviado junto al poste izquierdo de
Lopito. Tras esto se llegó al final del tiempo reglamentario con la
eliminatoria igualada a 1, lo que obligaba a una prórroga de 30 minutos.
El
tremendo despliegue físico que había realizado el Linares Deportivo durante el
partido empezó a pasar factura en la primera parte de la prórroga, donde sólo
pudo acercarse con peligro en una ocasión a la meta visitante con un disparo
lejano de Pablo Ortiz atrapado cómodamente por Otaño. A los diez minutos de la
prórroga Arsenal realizó su último cambio, sacando a Pedro Beda en lugar de un
Fran Lara que había hecho un tremendo trabajo en la recuperación de balones.
Por su parte,
los visitantes se mostraban más frescos de ideas y jugando por las bandas
tuvieron un par de claras ocasiones, la primera con un centro desde la derecha
al que no llega Yuya por el corte providencial de Chinchilla...
...y la segunda justo
antes de finalizar el periodo con un disparo desde la frontal de Valiño que
salió desviado junto al poste izquierdo de Lopito que puso una tremenda
inquietud en el graderío del Vetusto.
Como
el “Ave Fénix” que históricamente es el club linarense, sus jugadores salieron
a darlo todo en la segunda parte de la prórroga como si no hubiera un mañana,
intentando evitar el fantasma de la tanda de penaltis que ya nos dejó fuera de
una fase de ascenso hace unos años de manera cruel con el Racing de Ferrol, y
en el primer minuto de la reanudación una internada por la izquierda de Dani
Espejo propiciaba un pase atrás sobre Pedro Beda cuyo disparo era neutralizado
una vez más por el mejor jugador tinerfeño, su guardameta Otaño.
La
tensión crecía por momentos, tanto en la grada como en el campo, y tras una durísima
entrada sobre Chinchilla fue expulsado el segundo entrenador del Linares Santi
López al no poder reprimir sus nervios y saltar al campo para recriminar la
brutal acción.
Y
en el minuto 111, con el Linares volcado sobre la portería visitante y con el
público animando sin cesar llegó el claro penalti sobre Pablo Ortiz que el
colegiado manchego no se vio en otra que tener que señalar el punto fatídico
por lo clamoroso que fue, esta vez no pudo darle de lado. La acción dentro del
área de Pablo Ortiz, con dos recortes sensacionales, obligaron al defensor
tinerfeño a meter la pierna y derribarlo.
Rápidamente
cogió el balón Alex Rubio, sin pensárselo ni un momento, con la determinación
de quien sabe que va a lograr su objetivo, y con la tranquilidad que requería
el momento colocó el balón sobre el punto, se tomó su tiempo y realizó un
lanzamiento perfecto, engañando a Otaño y desatando la locura en Linarejos.
Todavía quedaban ocho minutos… ocho minutos de
sufrimiento para una grada eufórica, pero con un pellizco en el estómago
esperando el pitido final…
...unos minutos que parecieron horas, y más cuando
primero fue expulsado el delegado de campo Jaime Parejo y un poco después Jorge
Barba sufrió una entrada de las de “terrorismo futbolístico” por parte de
Yeremi, que fue justamente expulsado y que se merecería un buen número de
partidos de sanción por tan execrable entrada.
Ya
en el descuento incluso Otaño subió a rematar las últimas opciones chicharreras
desde el córner, pero la zaga linarense no dio opciones y con el pitido final
se desató la euforia en Linarejos, con algunos jugadores tirados por el suelo
por el esfuerzo realizado y la satisfacción del objetivo cumplido mientras
otros recibían el cariño de una afición entregada a sus jugadores. Algunos como
Javi Bolo se acercaban a la grada para abrazarse con su gente o hacerse fotos
con aquellos aficionados que se lo pedían, como fue mi caso…
Justo
triunfo azulillo que supera una complicadísima eliminatoria y sale muy
reforzado moralmente para la siguiente, y el caprichoso bombo ha hecho que en
la segunda ronda nos volvamos a cruzar con otro fantasma del pasado, este mucho
más dañino y doloroso por cómo fue lo acontecido en Linarejos hace 22 años,
puesto que nos enfrentaremos al Moralo C.P., siendo el partido de ida en
Navalmoral de la Mata y la vuelta nuevamente en Linarejos, con la ilusión al
máximo para ahuyentar a base de esfuerzo, lucha y compromiso a esta rémora de
la historia azulilla. #SiempreLinares #VolveremosJuntos
¡¡¡¡¡¡VAMOS
LINARES!!!!!!
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO
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