viernes, 18 de octubre de 2013

DESCUBRIENDO EL GOLF: LA RYDER CUP (PARTE 2)

            Continuando con el relato de la 1ª Parte (http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2013/09/descubriendo-el-golf-la-ryder-cup-parte.html) llegamos a la edición de 1993, la trigésima de la historia, que se celebró nuevamente en el mítico The Belfry.



            El equipo europeo buscaba la revancha tras lo sucedido en la edición anterior y el equipo capitaneado nuevamente por el escocés Bernard Gallacher contaba nuevamente con los españoles Seve Ballesteros y José María Olazábal. Bajo las órdenes del gran Tom Watson, Estados Unidos contaba con uno de los mejores equipos de su historia, con Payne Stewart, Couples, Love III, Wadkins, Floyd, Pavin, Kite, Azinger,…


            La jornada del viernes fue muy igualada, con un 2-2 tras los foursome de la mañana y 4’5 a 3’5 para Europa sumando los fourball de la tarde, con un Ian Woosnam muy acertado, al igual que los americanos Wadkins y Pavin.


            Los foursome del sábado por la mañana beneficiaron a los europeos, consiguiendo una ventaja de tres puntos (7’5 a 4’5), pero a partir de este momento los americanos empezaron a carburar y devolvieron el 3-1 de la mañana con el fourball de la tarde para afrontar la última jornada de individuales con sólo un punto de desventaja (8’5 a 7’5). El más destacado de todos los enfrentamientos por parejas fue el galés Ian Woosnam, que logró los cuatro puntos que disputó. Ballesteros y Olazábal lograron 2 de 3 como pareja.


            En la jornada definitiva, Sam Torrance estaba lesionado y no disputó su encuentro. Fueron unos encuentros muy igualados, y aunque Europa se llevó algunos de los primeros encuentros, fueron los americanos los que se llevaron el gato al agua venciendo seis encuentros y empatando tres, dando Davis Love III el punto definitivo ante Costantino Rocca en el último hoyo. El resultado final fue de 15-13 para Estados Unidos, que de esta forma retenía el trofeo.





            El campo designado para la edición de 1995 fue el Oak Hill Country Club de Pittsford, New York. Seve Ballesteros fue el único español en el equipo que volvía a ser capitaneado por Bernard Gallacher, siendo Lanny Wadkins el capitán estadounidense.


            Contrariamente a lo que había sucedido en las últimas ediciones, los estadounidenses fueron los que cogieron ventaja tras las jornadas de viernes y sábado, cimentando esa ventaja en jugadores como Loren Roberts (3 de 3), Corey Pavin (3 de 4) o Phil Mickelson (2 de 2). Por Europa el mejor fue el italiano Costantino Rocca (3 de 4). Con 9-7 para Estados Unidos se llegaba al último día, los individuales.



            La jornada definitiva no comenzó bien para Europa, con la derrota de Seve ante Tom Lehman, pero las victorias de los ingleses Howard Clark y Mark James, unido al empate de Woosnam ante Couples dejaban la diferencia en sólo un punto.


            Davis Love III volvía a ampliar la ventaja para los estadounidenses, pero cuatro victorias consecutivas por parte de David Gilford, Colin Montgomerie, Nick Faldo y Sam Torrance acercaban a Europa a la reconquista de la Ryder Cup.



            Y fue el debutante irlandés Philip Walton el que consiguió el punto definitivo tras vencer a Jay Haas por un hoyo de ventaja, lo que hizo estéril las victorias de Pavin y Mickelson, otorgando la victoria a Europa por un apretado 14’5 a 13’5.





            Si hay una edición realmente histórica para el golf español esa fue la de 1997, disputada en el Valderrama Golf Club de Sotogrande, provincia de Cádiz. Era la primera vez que se disputaba fuera de Gran Bretaña e Irlanda, y además el capitán del equipo europeo fue Severiano Ballesteros.



            En el equipo de Seve había dos españoles, Chema Olazábal e Ignacio Garrido, que disfrutarían del apoyo masivo de la afición española. El nuevo capitán americano Tom Kite volvía a contar con un plantel de lujo, con un joven debutante llamado Tiger Woods.




            El viernes por la mañana se disputaron los fourball con 2-2 en el marcador, cogiendo Europa una pequeña ventaja tras los foursome de la tarde con 4’5-3’5. Fue en la mañana del sábado cuando con un parcial de 3’5 a 0’5 Europa cogía una amplia ventaja con los fourball, ampliándola todavía más por la tarde, dejando la ventaja europea en 5 puntos (10’5 a 5’5), lo que daba una cierta tranquilidad de cara al día final.



            Olazábal había conseguido 2’5 puntos de 4, y mi tocayo Garrido empató en los tres partidos que disputó, teniendo como compañeros a Jesper Parnevik en dos ocasionas y otra a Olazábal.


            La jornada final no fue tan placentera como se esperaba, y con un campo a reventar de público los americanos recortaban la diferencia. Fred Couples barría a Woosnam en el primer partido por 8&7, lo que espoleó a sus compañeros. Las victorias de Per-Ulrik Johansson sobre Davis Love III y de Costantino Rocca sobre Tiger Woods, unido al empate de Thomas Bjorn con Justin Leonard, fueron rápidamente contrarrestadas por las que consiguieron Phil Mickelson, Mark O’Meara y Lee Janzen de forma consecutiva.


            Pero la ventaja que había cogido Europa en los primeros días era muy grande, y la victoria de Bernhard Langer sobre Brad Faxon aseguraba el empate que retenía el trofeo, pero se quería ganar y el empate de Colin Montgomerie sobre Scott Hoch (al que le concedió un putt de casi 5 metros) le otorgaba la victoria a Europa por 14’5 a 13’5. Gran triunfo de Europa y de la afición española.



            La reconquista de la Ryder Cup por parte de Estados Unidos se había convertido casi en una cuestión de estado, y para ese objetivo eligieron uno de los campos más antiguos del país, The Country Club en Brookline, Massachusetts, para la edición de 1999.



            Los componentes de los equipos capitaneados por Mark James y Ben Crenshaw se enzarzaron en declaraciones cruzadas en los días previos a la disputa de la competición, con Jeff Maggert, Colin Montgomerie y Payne Stewart como principales “protagonistas”.



            El equipo europeo contaba en esta edición con tres españoles: José María Olazábal, Miguel Ángel Jiménez y Sergio García.



            La jornada del viernes tuvo un claro color europeo, con 2’5 a 1’5 en los foursome de la mañana y 3’5 a 0’5 en los fourball de la tarde para un 6-2 global. La pareja Sergio García-Jesper Parnevik ganó sus dos enfrentamientos, y “el pisha” Jiménez hizo 1’5 de 2.


            Las dos sesiones del sábado acabaron en tablas (2-2) para dejar un resultado global de cara a la jornada final de 10-6 para Europa. García&Parnevik sumaron otro punto y medio más (3’5 de 4).



            Con este resultado, el capitán estadounidense Ben Crenshaw se jugó el todo por el todo colocando a sus mejores jugadores en los primeros partidos, y la estrategia le dio resultado, puesto que consiguieron la victoria en los seis primeros enfrentamientos gracias a Lehman, Sutton, Mickelson, Love III, Woods y Duval con al menos tres golpes de ventaja cada uno.


            El golpe psicológico fue muy duro, y pese a las victorias de Harrington, Montgomerie y Lawrie la situación estaba muy complicada. Jim Furyk y Steve Pate lograron ganar sus encuentros y quedaba la decisión final en el encuentro que estaban disputando Chema Olazábal y Justin Leonard…


            …que llegaban empatados al hoyo 17. El segundo golpe de Leonard había sido malo, quedándole un putt de más de 13 metros. A Olazábal le quedaba uno de unos 7 metros. En apenas diez segundos se sucedieron dos momentos históricos, primero cuando Justin Leonard embocaba su putt de manera fantástica, para a continuación producirse uno de los hechos más bochornosos y antideportivos que he visto cuando el capitán estadounidense, otros jugadores que ya habían terminado sus partidos, esposas de jugadores y cámaras de televisión invadían el green para abrazar al eufórico Leonard…





            …ante la mirada atónita de Chema que debía realizar su golpe para igualar el hoyo y veía como pisoteaban la trayectoria de su putt. Bochornoso. Chema falló el golpe y pese a empatar finalmente el encuentro, ese medio punto le dio la victoria a Estados Unidos por 14’5 a 13’5. No en vano, aquella edición de la Ryder Cup se conoce como “The Battle of Brookline”.
           

            Pero aquella batalla también tuvo un gesto muy deportivo por parte de Payne Stewart. En su duelo individual que se enfrentó a Colin Montgomerie, que tras las declaraciones previas al torneo tuvo que soportar los abucheos del público estadounidense. Una vez confirmada la victoria de Estados Unidos, Payne Stewart le concedió a Montgomerie el último hoyo y la victoria en el encuentro, dando muestra de que aunque era un gran competidor también era un gran deportista. Tristemente, Payne Stewart falleció en un accidente de avión un mes después.



            La Ryder Cup volvió a The Belfry en 2002 tras aplazarse un año la competición por motivos de seguridad debido al atentado de las “Torres Gemelas” en Nueva York el 11 de Septiembre de 2001, sucedido 17 días antes de la fecha prevista para la competición.



            Con Sam Torrance y Curtis Strange como capitanes, y Sergio García como único español, el equipo europeo comenzó lanzado en la jornada del viernes con un 3-1 en el fourball de la mañana, recortando distancias por la tarde los estadounidenses hasta el 4’5 a 3’5 al finalizar la primera jornada.



            Los americanos no estaban dispuestos a dejar que Europa cogiese clara ventaja de cara al último día como había sucedido en las dos ediciones anteriores, por lo que se pusieron las pilas y tras la jornada del sábado el resultado era de 8 a 8. La pareja formada por Sergio García y Lee Westwood consiguió 3 de los 4 puntos que disputaron.


            La teórica superioridad de Estados Unidos en los individuales no se iba a ver refrendada sobre el campo, y la clara victoria inicial de Colin Montgomerie sobre Scott Hoch por 5&4 abría el camino para el equipo europeo. Fue una jornada final muy igualada, con victorias europeas como las de Padraig Harrington, Bernhard Langer, Thomas Bjorn y Philip Price  ...




             ...y en la que hubo hasta cinco empates, como el que logró Paul McGinley ante Jim Furyk gracias a un putt de 3 metros en el hoyo 18 que le daba el medio punto definitivo para la victoria de Europa. El resultado final fue Europa 15’5 - Estados unidos 12’5.








            Me dejo para un próximo post las cinco ediciones que me quedan hasta la actualidad, pensando ya en la de 2014...


Ignacio Ortiz

@00CAFETERO

1 comentario:

  1. Excelentes recuerdos, buen post Ignacio. Vale la pena leerlo, lo recomendaré
    Saludos

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