He
decidido introducir en el blog una nueva sección en la que, haciendo un poco de
Cicerone, os quiero acercar algunos de los sitios de la Península Ibérica que
he ido visitando a lo largo de los años. No soy ni de lejos un viajero
habitual, más bien ocasional, pero siempre me ha gustado disfrutar de aquellos
sitios en los que he estado, y ya que tenía que comenzar por un sitio no he
tenido dudas de cual sería, puesto que SALAMANCA ha sido una de las
ciudades que más he visitado y por la que siento un cariño muy especial.
En este nuevo apartado os traeré las fotos que he ido sacando durante mis visitas a las diferentes ciudades o sitios que iré incluyendo, además de contar anécdotas que considere interesantes de cada lugar sin entrar en demasiados detalles (para eso están las guías turísticas), con la idea de tener un nuevo punto de vista algo diferente cuando cualquiera de vosotros visite por primera vez, o por enésima, cada uno de estos sitios, y sin duda en Salamanca hay bastantes cosas para ver que merecen la pena.
Hace
ya casi treinta años de mi primera visita a la ciudad castellana, y tengo la
inmensa fortuna de contar allí con unas maravillosas personas que para mí son
como una segunda familia, puesto que Lisana, Gema, María, Gregorio y Félix (y
la prole…) son de esas personas que uno siempre llevará en el corazón, y además
de acogerme siempre con mucho cariño también me ayudaron a conocer mejor la
ciudad y me comentaron algunas de las curiosidades que os voy a traer a
continuación.
Entrando
ya en materia, mi punto preferido para comenzar un buen paseo por Salamanca y
su centro histórico es la IGLESIA DE SAN MARCOS o, como le
digo yo, “La Iglesia Redonda”, una
pequeña iglesia románica con planta circular que se encuentra en el comienzo de
la peatonal calle Zamora, que junto con la calle Toro conforman la principal zona
comercial de la ciudad camino de los grandes monumentos. Curioso también ver la
gasolinera urbana que tiene justo enfrente, perfectamente mimetizada con el
entorno.
Si
continuamos andando dejamos a un lado la Plaza de los Bandos, lugar donde
suelen comenzar muchas de las visitas guiadas por la ciudad, y acabamos
desembocando en la PLAZA MAYOR DE SALAMANCA, mi preferida de todas las que he
visto por su estilo barroco y la primera impresión que te da cada vez que
entras en ella.
Aunque su diseño no sea completamente cuadrado desprende una armonía que la convierte en un sitio realmente agradable para tomar un refrigerio como uno de los famosos helados que sirven en sus soportales, y al ser un espacio diáfano se presta para grandes eventos como conciertos o las ya famosas campanadas de la “Nochevieja Universitaria” donde un par de semanas antes de fin de año los universitarios de la ciudad se toman doce gominolas.
“CURIOSIDAD”: Uno de los 477 balcones que hay en la plaza tiene una leyenda curiosa. Si miras desde el interior de la Plaza hacia la espadaña de la fachada del Ayuntamiento, hay un balcón, concretamente situado en la parte derecha y en la segunda planta, en el que observamos que está siempre cerrado y bloqueado con un puntal desde fuera, y según se cuenta la leyenda (he leído varias versiones, pero yo me quedo con la que me contó mi amigo Félix) se debe al celo de un padre pudiente por la belleza de su hija, la cual era pretendida por muchos de los estudiantes de la ciudad. La bella joven se enamoró de un estudiante, algo que no gustó a su padre, por lo que se escapaba por el balcón para juntarse con su enamorado, el cual contaba con la ayuda de los tunos que con sus capas confeccionaban una cuerda para la furtiva huida de la joven. Finalmente, el padre descubrió las escapadas de su hijo y decidió apuntalar el balcón y no permitir que su hija saliese de casa, lo que provocó que la hermosa joven se sumiese en la tristeza y desesperanza que le llevó a un triste final.
Hay muchas
opciones al salir de la Plaza Mayor, pero yo casi siempre me encamino por la
Plaza del Corrillo y la Rua Mayor hacia LA CASA DE LAS CONCHAS, otro
edificio gótico con elementos platerescos en el que me sentía como en casa,
puesto que durante los años que más visitaba la ciudad este edificio pertenecía
a la Junta de Andalucía.
“CURIOSIDAD”:
Se dice que bajo una de las conchas que adornan la fachada fue escondida bajo
una de ellas una onza de oro, una superstición de la época de su construcción
(se terminó en 1517) para atraer la buena suerte en el edificio. Más allá, hay
otra leyenda que cuenta que los propietarios de la casa escondieron sus joyas
bajo otra concha desconocida, documentando la cantidad, y se dice que si
alguien quiere buscarlas debe depositar como fianza la cantidad del botín,
llevándoselo todo si lo encontraban o perdiendo la prenda en caso de no
hacerlo.
Justo
enfrente, dando sombra a la Casa de las Conchas, se encuentra la majestuosa edificación
del antiguo Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús, hoy en día
conocida por todos como LA CLERECÍA. Este impresionante
edificio se terminó de construir en 1754, justo dos años antes que la Plaza
Mayor, y hoy en día es sede de la Universidad Pontificia de Salamanca. La iglesia,
su parte más vistosa y barroca, cuenta con una fachada monumental de tres
cuerpos.
Unos
metros más allá, encaminándonos un poco por la Rua Antigua y entrando por la
calle Libreros llegaremos hasta la famosa PORTADA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA,
una joya plateresca sencillamente impresionante que cuenta con una de las
leyendas o supersticiones más conocidas de Salamanca como es la de “LA
RANA” (aunque realmente es un Sapo).
Perdida
entre la majestuosidad de la ornamentación de “LA FACHADA”, la rana es
una pequeña ornamentación colocada sobre una calavera y se cuenta de generación
en generación de estudiantes salmantinos que “quien encuentre la rana gozará de
fortuna y aprobará los exámenes del curso”, por lo que lo recién llegados
dedican un poco de tiempo en encontrarla.
Esta
fachada se encuentra frente a la plazoleta del “PATIO DE ESCUELAS”,
donde también se encuentra una estatua de Fray Luis de León y, en la parte
derecha, el “HOSPITAL DEL ESTUDIO”, un bonito edificio con una
ornamentación muy curiosa en su parte superior…
“CURIOSIDAD”: Hay diferentes representaciones en la parte superior del Hospital del Estudio, en la que está incluida, entre otras muchas que muestran diferentes situaciones cotidianas con un tinte un poco lujurioso, como por ejemplo la que yo llamo “EL ONANISTA”, vosotros juzgaréis el por qué…”
Si
seguimos un poco por la calle Libreros pasamos frente a la “CASA-MUSEO UNAMUNO”,
edificio dedicado al escritor de la generación del 98 Miguel de Unamuno, que
fue profesor y catedrático de griego clásico además de Rector de la Universidad
de Salamanca, viviendo en esta casa al obtener el puesto.
“CURIOSIDAD”: Si giramos por la Calle Calderón de la Barca nos topamos de bruces con la fachada oeste de la Catedral de Salamanca, siendo esta calle conocida por mucha gente de allí como “LA CALLE DE LOS TRES COÑOS” (no seáis mal pensados…), puesto que cuando te encaminas por ella exhortas “coño, que bonito” por la belleza de la catedral, “coño que alto” por la altura de la torre y “coño que friiiiooooo” por las gélidas temperaturas salmantinas que suele hacer en esta calle, casi siempre en sombra y con ráfagas de aire congelado en invierno.
Llegado a este punto nos encontramos con la Plaza de Anaya, donde se encuentra el PALACIO DE ANAYA, un bonito edificio neoclásico que alberga a la Facultad de Filología y en el que puedes disfrutar de un buen café con encanto en sus antiguas caballerizas.
Justo enfrente
nos encontramos con la Catedral de Salamanca o, mejor dicho, las catedrales,
puesto que son dos, una junto a la otra:
La “Catedral nueva” o CATEDRAL DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN mezcla diferentes estilos como el gótico tardío, el renacentista y el barroco, y por sus dimensiones es una de las más grandes de España, terminándose su construcción en 1733 y encontrándose unida a la Vieja puesto que su muro sur se encuentra sobre el muro norte de la Vieja, una solución que se dio con la cual no hubo que destruir la Vieja tal y como estaba planeado en un principio.
Es bonito visitar este lugar en cualquier momento, pero aún más en Semana Santa, donde se podrán observar en el interior diferentes pasos procesionales.
“CURIOSIDAD”: En la “Puerta de Ramos”, situada en la fachada norte de la Catedral, se encuentra una imagen que se ha convertido en icónica como es “EL ASTRONAUTA”, una imagen curiosa que durante algún tiempo hubo gente que lo consideró como un OOPART (objeto fuera de lugar) aunque realmente no lo es, puesto que es fruto de una restauración realizada en 1992 para la exposición de Las Edades del Hombre siguiendo la nueva costumbre de incorporar elementos contemporáneos. No es la única imagen curiosa en ese arco, puesto que también se pueden ver una liebre, un toro, un lince o un dragón con un helado de tres bolas. En 2010, algún energúmeno le partió un brazo al astronauta.
La “Catedral Vieja” o CATEDRAL DE SANTA MARÍA se terminó a finales del siglo XIV y es de estilo románico y gótico, destacando en su exterior la “Torre del Gallo”, y recomiendo una visita por su interior, aunque no tenga imágenes de la misma. Es bastante más pequeña que la Nueva, pero tiene un encanto especial que hace que mucha gente la prefiera sobre la otra.
Abandonamos
las Catedrales y nos encaminamos hasta uno de los lugares con un encanto
especial y diferente de la ciudad, “EL HUERTO DE CALIXTO Y MELIBEA”,
una zona verde situada sobre la Muralla
de Salamanca con preciosas vistas de las Catedrales entre los árboles y que
supone un lugar perfecto para tomar un descanso y disfrutar de un rato de
tranquilidad. También podemos ver el Río
Tormes y una buena vista de “Los
Dominicos” a un lado y la “Casa Lis”
al otro.
“CURIOSIDAD”: Se dice que su ubicación es en la que Fernando de Rojas situó los encuentros entre los protagonistas y donde tuvo lugar el trágico desenlace de “LA CELESTINA”. Junto a la entrada se encuentra un busto de la alcahueta con una frase de la célebre obra literaria.
Muy cerquita se encuentra uno de los edificios más llamativos de toda la ciudad, “LA CASA LIS”, un palacete modernista que actualmente es la sede del Museo Art Nouveau y Art Déco, y en el que destaca principalmente la fachada sur por sus llamativas vidrieras.
Frente a la Casa Lis nos encontramos directamente con el RIO TORMES y su “PUENTE ROMANO”, el monumento más antiguo de Salamanca y que formaba parte de la Calzada Romana de la Plata. A su vera se encuentran dos imágenes icónicas, un verraco de piedra conocido como el “Toro de Salamanca” o el “Toro del Puente” y es la estatua más antigua de la ciudad y que tiene su origen en el pueblo celta de Los Vetones. La otra imagen es una representación de “El Lazarillo de Tormes” que tiene que ver con la imagen del Toro de Salamanca, puesto que esta imagen es usada en la obra literaria por el ciego para enseñar a su joven aprendiz que “el mozo de un ciego ha de saber más que el diablo”.
Otro de los sitios más llamativos de la ciudad es el “CONVENTO DE SAN ESTEBAN”, conocido por muchos como “LOS DOMINICOS” al ser un convento de dicha orden, estando situado frente a la Plaza Concilio de Trento. Sin duda lo que más llama la atención es la fachada de la iglesia, de estilo plateresco, concebida como portada-retablo y en el que está representado el martirio de San Esteban.
Para encaminarnos hacia nuestro punto de partida en la Puerta de Zamora cogemos la Gran Vía salmantina, zona con muchos edificios de la administración en la que destacan sus soportales y el característico color de la “PIEDRA FRANCA DE VILLAMAYOR”, muy característica no sólo en esta zona sino en todo el resto de la ciudad. Paseando por la misma podemos observar en la distancia la “TORRE DEL CLAVERO”, monumento nacional desde 1931.
“CURIOSIDAD”:
La Piedra Franca de Villamayor es un tipo de piedra arenisca extraída en las
canteras de la cercana ciudad de Villamayor (conocida por muchos como
Villamayor de Armuña al pertenecer a esta comarca), una pequeña localidad
situada a menos de cinco kilómetros de Salamanca y en la cual he estado en
varias ocasiones, siendo un tipo de roca arenisca y arcillosa con un
característico color amarillo pálido que va adquiriendo un tono rosado con el
paso del tiempo por la oxidación de las partículas de hierro que contiene, lo
que hace que tome un aspecto muy característico con diferentes tonos graduales
según dicha oxidación se va produciendo, pudiéndose ver representado en
muchísimos de los edificios de Salamanca, tanto antiguos como modernos.
Hay muchos más sitios con encanto en la ciudad de Salamanca, necesitaría varios artículos para enseñaros todos los que merecen la pena, pero aquí os dejo las imágenes de algunos de ellos…
Por último, y para terminar una buena visita por Salamanca, no podemos dejar pasar un buen refrigerio, habiendo muchos sitios por toda la ciudad para degustar la gastronomía castellana, pero como buen tapeador que soy y habiendo hecho ya un comentario sobre el tapeo de la ciudad (https://espiritucafetero.blogspot.com/2015/02/nos-vamos-de-tapas-por-salamanca-parte-1.html) os voy a invitar a que vayáis a la “CALLE VAN DYCK” y disfrutar allí de un gran tapeo con productos típicos de la zona.
Espero
que este texto os ayude a disfrutar mejor de una maravillosa ciudad la cual
merece ser visitada por todos aquellos que no lo hayáis hecho nunca o darle un
enfoque diferente a quien ya haya estado allí, algo que hago yo cada vez que he
estado allí, y espero hacerlo en más ocasiones. ¡¡¡Nos vemos!!!
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO
Extraordinario Nacho... te lo has currado.
ResponderEliminarTe agradezco la deferencia con mi familia, ya sabes que a pesar de la distancia tu siempre serás parte de ella.
Un abrazo.