Tras
conocer un poco los orígenes del Lanzamiento de Jabalina y sus primeros grandes
campeones ( http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2016/02/atletismo-lanzamiento-de-jabalina-parte.html ), retomamos la cronología con
un nuevo record mundial de Jan Zelezny conseguido el 6 de abril
de 1993 en Pietersburg, Sudáfrica, con un lanzamiento de 95,54, superando en
más de cuatro metros la plusmarca que ostentaba Backley.
En los
Campeonatos Mundiales de Stuttgart 1993, Jan Zelezny se hizo con su primer
oro mundial batiendo en su quinto lanzamiento al vigente campeón Kinnunen,
siendo tercero el británico Mick Hill. En la prueba femenina fue
la noruega Trine Hattestad quien se alzó con el oro con gran superioridad,
con más de tres metros de ventaja sobre la alemana Karen Forkel.
Zelezny
era el claro dominador de la especialidad en estos años, y unos días después
del mundial volvió a batir el record mundial en Sheffield con una marca de 95,66 metros . Y
refrendó ese dominio en los mundiales de Goteborg'95 con un nuevo oro mundial
merced a los 89,58
metros a los que lanzó su Jabalina, superando en más de
tres metros a Backley y al alemán Boris Henry, plata y bronce
respectivamente.
La bielorrusa Natalya
Shikolenko, que había sido bronce en Stuttgart, refrendó sus buenas
prestaciones durante esa temporada, y aprovechando también la ausencia de la
campeona Hattestad se adjudicó el oro con 67,56 metros , por
delante de la rumana Felicia Tilea y la finlandesa Mikaela
Ingberg.
El 25 de mayo
de 1996, en la ciudad alemana de Jena, Jan Zelezny conseguía superar su
propia plusmarca mundial con un tremendo lanzamiento de 98,48 metros , una
marca que continúa vigente en la actualidad.
La siguiente
cita olímpica, Atlanta 1996, vio coronarse por segunda ocasión a Zelezny,
que con 88,16 superó en una apretada final a Steve Backley, plata y Seppo
Raty, bronce. La finlandesa Heli Rantanen se fue hasta los 67,94 metros en su
primer lanzamiento para colgarse el oro por delante de la australiana Louise
McPaul y Trine Hattestad.
Una de las
grandes sorpresas en la historia de los mundiales sucedió en Atenas’97, cuando Zelezny
no pudo pasar el corte en la final tras dos nulos y un tercer lanzamiento de
82,04, circunstancia que fue aprovechada por el sudafricano Marius
Corbett para coronarse como campeón mundial con 88,40 metros , relegando
a Backley
a la plata, siendo el bronce para el griego Kostas Gatsioudis.
Solo catorce
centímetros le dieron el oro a Trine Hattestad (68,78 metros ) por
delante de la australiana Joanna Stone, que hizo tres
lanzamientos superiores a los 68
metros pero no pudo alcanzar el oro, siendo el bronce
para la alemana Tanja Damaske.
Tras pasar
casi todo el año 1998 en el dique seco debido a una grave lesión en su brazo de
lanzamiento, Zelezny volvió con fuerza para lograr un más que meritorio
bronce en los mundiales de Sevilla’99, donde el oro fue a parar al finlandés Aki
Parviainen con 89,52 y la plata a Gatsioudis, a solo 34 centímetros .
En categoría
femenina se produjo un cambio en el modelo de la Jabalina , introducido el
1 de abril de ese año 99, cambiando las plusmarcas mundiales. A la prueba
mundialista se llegó con el nuevo record en poder de Trine Hattestad con
68,19. En Sevilla el oro fue para la griega de origen albanés Mirela
Manjani con 67,09, superando a la rusa Tatyana Shikolenko (hermana
de la campeona en Goteborg Natalya) y Trine Hattestad.
Sydney
2000 suponía un nuevo reto en la carrera Zelezny, y lo superó con creces al
coronarse por tercera vez consecutiva como campeón olímpico en una apasionante
final. El checo se fue hasta los 90,17 en su tercer lanzamiento, record
olímpico, superando los 89,85 que había conseguido Steve Backley en su
segundo lanzamiento. El bronce fue para el ruso Sergey Makarov con 88,67,
en una prueba en la que los siete primeros clasificados (4º Raymond
Hetch, 5º Parviainen, 6º Gatsioudis y 7º Henry) llevaron su
Jabalina por encima de los 85
metros y medio.
Trine
Hattestad, que había batido el record mundial en dos ocasiones antes de
los Juegos, dejando la plusmarca en 69,48 metros , se
confirmó como la mejor lanzadora del momento al adjudicarse el oro en Sydney
con 68,91 metros ,
por delante de Mirela Manjani. El bronce fue para Osleidys Menéndez, que
lideró a una nueva hornada de lanzadoras cubanas, quedando tres de ellas entre
las seis primeras clasificadas.
En
los mundiales de Edmonton’01, en una prueba nuevamente de altísimo nivel, Zelezny
se hizo con su tercer oro mundial merced a un impresionante lanzamiento de
92,80 (record de los campeonatos aún vigente), superando el también tremendo de
Parviainen
de 91,31 y el no mucho menos increíble de Gatsioudis de 89,95 que les valieron
las otras medallas.
Esta
fue la última gran medalla de Jan Zelezny (aunque todavía lograría
un bronce europeo en 2006, unos días antes de su retirada), el mejor lanzador
de Jabalina de la historia, el único hombre que superó los 94 metros con la nueva
Jabalina, algo que hizo en cinco ocasiones. Incluso, en una prueba disputada en
Stellenbosch (Sudáfrica) en 1997, realizó hasta cinco lanzamientos que
superaron los 90 metros ,
una auténtica barbaridad…
Tras
este merecido homenaje a Zelezny, toca recordar que la
campeona en Edmonton fue Osleidys Menéndez (quien se había
reivindicado unas fechas antes batiendo el record mundial con 71,54 metros ) con una
clara superioridad gracias a su tercer lanzamiento de 69,53, dejando a más de
tres metros a Manjani que fue plata y a su compatriota Sonia Bisset que fue
bronce.
La
era del cambio en la Jabalina
masculina llegaba en los mundiales de Paris 2003, donde Sergey Makarov se
coronaba como campeón con 85,44, superando en 27 centímetros al
estonio Andrus Varnik y en 70 centímetros a Boris
Henry, quedando Zelezny en cuarta posición.
Y
en París llegó un nuevo oro para Mirela Manjani, que con un
lanzamiento de 66,52 superaba en más de tres metros a la rusa Tatyana
Shikolenko, siendo el bronce para la alemana Steffi Nerius. La
recordwoman mundial Menéndez solo pudo ser quinta.
Y
para terminar esta segunda parte, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fue el
noruego Andreas Thorkildsen quien con un lanzamiento de 86,50 en su
segunda tentativa se hizo con el oro, siendo la plata para el letón Vadims
Vasilevskis y el bronce para Makarov. Zelezny volvió a no pasar
a la mejora y terminó noveno.
Osleidys
Menéndez logró resarcirse de su pinchazo en París adjudicándose el oro
en Atenas con un magnífico lanzamiento de 71,53, quedándose a sólo un
centímetro de su record mundial. La plata, a casi seis metros, fue para Steffi
Nerius y el bronce para Mirela Manjani.
Hasta
aquí esta segunda parte, y emplazaros para una tercera en la que conoceremos a
los mejores lanzadores de los últimos años.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO