La
barra de equilibrio es uno de los aparatos más difíciles, y el gran caballo de
batalla para muchas de las gimnastas por sus particularidades. Solo se compite
en categoría femenina, y sus dimensiones y aspecto se describen en el siguiente
diagrama.
Para
darnos a conocer mejor este aparato y todo lo que conlleva nada mejor que
contar con la colaboración de una de las mejores gimnastas españolas de toda la
historia: Alicia Fernández.
Alicia
fue una de las componentes de aquel mítico equipo de Gimnasia Artística
Femenina que obtuvo el quinto puesto en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92,
calificando ella en 20ª posición en el concurso completo de las 36 mejores. En
el siguiente texto, escrito por ella, nos relata su pasión por la Gimnasia y por la Barra de Equilibrio.
“La Barra de Equilibrios: Tal vez
uno de los aparatos mas difíciles dentro del precioso deporte que es la Gimnasia Artística
Femenina…
… O al menos para mí, y
creo que el resto de gimnastas del mundo estarán de acuerdo conmigo.
El ejercicio tiene que
fluir con cambios de ritmos sin que existan pausas exageradas, enlazando con
armonía un elemento tras otro.
Para mi, la Barra es un aparato muy
especial, en el cual siempre me he sentido muy cómoda tanto entrenándolo como
en competición.
Almudena San José, mi entrenadora de Barra, sacó lo mejor de mi
en este aparato, y gracias a ello conseguí muy buenos resultados a lo largo de
mi carrera deportiva.
Como he comentado al
principio de este pequeño texto, es uno de los aparatos mas complicados dentro
de la Gimnasia
Artística Femenina. Se requiere fuerza mental, mucho
equilibrio y concentración al máximo, puesto que es el aparato donde más se
sienten y mas se perciben los nervios. En una competición parece que siempre te
la juegas en Barra, es como una competición personal aparte: Si te toca de
primer aparato, malo, si te toca de último, también malo, hasta que no superas la Barra en una competición, ufff, no paras de pensar que pasará cuando
llegues a Barra ó me quede la
Barra.. ..
(Vídeos de ejercicios de Alicia Fernández sobre la Barra de Equilibrio)
En todos los aparatos hay
nervios, es lógico, y en todos se puede fallar, claro está, pero en Barra, en 10 cm de ancho, cualquier
cosa por pequeña e insignificante que sea te lleva al peor de los desastres. Es
como si de pronto el universo te mandara una bola con efecto y el resultado… una
caída.
Tengo muchos recuerdos
sobre la Barra
de Equilibrios: En una Copa del Mundo llevaba todo el ejercicio perfecto, habiendo
pasado la parte más complicada (elementos acrobáticos), hasta que llegué al
giro de 360 grados, algo sencillo, y entonces el pie de base falló y terminé a
horcajadas encima de la
Barra. Decepción , rabia..., esos fueron los sentimientos que
tuve por haber fallado en algo que parecía tan sencillo como un giro. Eso
enseña y te da una lección sobre la
Barra : Hasta el elemento más sencillo lo puedes fallar y como
consecuencia te deja fuera de una final.
En otra competición, no me
acuerdo exactamente en cual, recuerdo que subí después de una gimnasta Suiza, y
nada mas comenzar el ejercicio vi un pelo muy rubio encima de la barra. Aquello
me desconcentró hasta tal punto que en la primera serie acrobática, el flic-flac-plancha-plancha,
fallé, y el resto del ejercicio clavado…, pero que ironía que un simple pelo te
lleve al peor de tus temores: El fallo.
Mencionar a las grandes
expertas en este aparato, la
Rumanas , enormes barristas; era muy difícil verlas cometer un
error en la Barra.
Para mí, junto con Rumania,
está la escuela China: Belleza pura encima de la barra. Tengo en mi memoria a
Yang Bo, una de las gimnastas más bonitas que he visto encima de la Barra ; técnica, amplitud...,
parecía que estaba en el suelo.
Esta es mi humilde
experiencia en la Barra
de Equilibrios, espero que os haya transmitido en tan pocas palabras lo que
sentí y siento no solo por la Barra
sino también por este deporte que tanto me ha dado, el mas bello, y es
Gimnasia Artística Femenina.”
Alicia Fernández
@reinaali73
Tras
conocer un poco mejor las interioridades de la Barra de Equilibrio gracias a Alicia, toca
relatar a las gimnastas más destacadas en este aparato a lo largo de la historia, y al igual que sucedió
con las Paralelas Asimétricas ( http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2014/11/gimnasia-artistica-las-paralelas.html ), para hablar de este aparato se
debe mencionar a la mítica rumana Nadia Comaneci, doble campeona
olímpica de Barra de Equilibrio en Montreal’76 (donde consiguió tres 10,000 en
este aparato) y Moscú’80, además de ser también campeona mundial y europea.
Aunque
tampoco podemos olvidar a otras grandes de la historia como la checa Vera
Caslavska (oro olímpico en Tokio’64 y plata en México’68, así como
triple campeona europea) o la soviética Olga Korbut (oro olímpico en
Munich’72 y plata en Montreal’76).
Como
de costumbre, empezaré por los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, una época
en la que la escuela rumana se imponía claramente en la Barra de Equilibrio, lo que
se pudo comprobar por el oro compartido por Ecaterina Szabo y Simona
Pauca, siendo el bronce para la estadounidense Kathy Johnson.
Era
la época dorada de la gimnasia femenina rumana, y dominaban claramente este
aparato, por lo que no es de extrañar que las campeonas mundiales en
Montreal’85 y Rotterdam’87 fueran de esta nacionalidad, lo que consiguieron Daniela
Silivas y Aurelia Dobre respectivamente.
Daniela
Silivas era la gran gimnasta del momento, y lo refrendó en las
olimpiadas de Seúl 1988 donde se hizo con el oro en tres de los aparatos, entre
ellos la Barra
de equilibrio, por delante de la soviética Yelena Shushunova. El bronce fue
compartido por la rumana Gabriela Potorac y la estadounidense
Phoebe
Mills.
En
los siguientes mundiales, los de Stuttgart’89 fue nuevamente Silivas
quien se alzó con el oro, pero llegaban vientos de cambio, y en Indianápolis’91
se consumó ese cambio con el oro de una de mis gimnastas preferidas, la
soviética Svetlana Boginskaya, que venía de ser campeona de Europa un año
antes en este aparato.
Previo
a los juegos olímpicos, en los mundiales de Paris’92 fue la estadounidense Kim
Zmeskal quien se alzó con el oro.
Los
juegos de Barcelona 1992 vieron coronarse con la gloria olímpica a la gimnasta
del equipo unificado Tatiana Lyssenko con un magnífico
ejercicio de 9,975 en la final, imponiéndose a la china Lu Li y la estadounidense
Shannon
Miller, que compartieron la medalla de plata.
Pero
la escuela rumana siempre ha sido una de las más prolíficas, y se volvió a
demostrar en el mundial de Birmingham’93, donde de la mano de Lavinia
Milosivici volvieron a recuperar la hegemonía mundial. Un año después,
en Brisbane, fue la plata olímpica en Barcelona, Shannon Miller la que
consiguió el oro, siendo sucedida en Sabae’95 por la china Huilan Mo y en San
Juan’96 por la rusa Dina Kochetkova.
En
Atlanta 1996, haciendo valer su condición de ídolo local, Shannon Miller dio un
paso mas con respecto a Barcelona y se hizo con el oro ante su público,
relegando a la ucraniana Lilia Podkopayeva a la medalla de
plata y a la rumana Gina Gogean a la de bronce.
Gina
Gogean no tuvo bastante con el bronce olímpico, y el los siguientes
mundiales, los de Lausana’97, se adjudicó el oro por delante de Svetlana
Khorkina, en la mejor actuación de esta en un gran evento en este
aparato. En Tianjin’99 el oro fue para la local Jie Ling.
Estaba
claro que las chinas habían conseguido un gran nivel en la Barra de Equilibrio, como
habían demostrado ya con los mundiales conseguidos por Huilan Mo y Jie
Ling, y eso se vio refrendado en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000,
cuando otra china, Liu Xuan, lograba el oro superando en la final a las rusas Ekaterina
Lobazniouk (plata) y Elena Prodounova (bronce).
En
los tres siguientes mundiales, tres campeonas distintas, comenzando por la
rumana Andrea Raducan en Gante’01, siguiendo por la estadounidense Ashley
Postell en Debrecen’02 y la china Ye Fan en Anaheim’03.
Estaba
claro que no había una clara dominadora en este aparato, prueba de su
dificultad, y eso se volvió a comprobar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004,
donde fue la rumana Catalina Ponor quien se colocó la corona de laurel y la medalla
de oro, por delante de la estadounidense Carly Patterson y la también rumana Alexandra
Eremia.
Pero
un año después, en los mundiales de Melbourne’05 entró por la puerta grande la
que seguramente sea la mejor especialista en la barra de equilibrio de los
últimos años, la estadounidense Anastasia Liukin (hija del
legendario Valeri Liukin y de la campeona mundial de gimnasia rítmica Anna
Kotchneva). Nastia se hizo con el oro, como hizo también dos años después
en Stuttgart’07.
Entre
los dos mundiales de Liukin, se disputó el mundial de
Aarhus, donde la ucraniana Irina Krasnianska se alzó con el
oro. En estos mundiales Liukin sufrió una lesión en el
tobillo mientras entrenaba y solo compitió en las paralelas asimétricas,
dejando via libre al oro de Krasnianska.
En
los Juegos de Pekín 2008, Liukin era la gran favorita para
alzarse con el oro olímpico tras haber conseguido el del concurso completo,
pero se encontró un escollo demasiado duro en su compatriota Shawn
Johnson que de esta manera se resarció de la plata lograda en el
concurso completo tras Nastia, y la relegó al segundo cajón
del podio en una gran final, siendo el bronce para la china Cheng
Fei.
Los
siguientes mundiales iban a ver el dominio de las gimnastas chinas, solo roto
por la victoria de la rumana Ana Porgras en Rotterdam’10, y es
que en Londres’09 el oro sería para Linlin Deng y en Tokio’11 para Sui
Lu, demostrando la calidad de las pequeñas gimnastas asiáticas.
Y
el idilio de las chinas y el oro seguiría en Londres 2012, cuando la campeona
mundial de 2009 en esta misma ciudad, Linlin Deng, se alzaba con el oro
por delante de Sui Lu, siendo el bronce para la estadounidense Alexandra
Raisman.
Sin
embargo, en los dos siguientes mundiales disputados, el oro fue a parar a manos
de una rusa, Aliya Mustafina en Amberes’13, y una estadounidense, Simone
Biles en Nanning’14, demostrándose de esta manera la diversidad de
escuelas y la versatilidad de este aparato.
Por
último, en los mundiales de Glasgow 2015, fue nuevamente la gran sensación de la Gimnasia actual, Simone
Biles, quien revalidó su título con una gran superioridad por delante
de la holandesa Sanne Wevers y alemana Pauline Schafer.
Pero
antes de terminar, no quiero olvidarme de nombrar a algunas de las gimnastas
españolas más grandes de la historia, las cuales también han destacado en este
aparato, como son los casos de Elena Gómez, Sonia y Cristina
Fraguas, Eva rueda, Elena Zaldivar, Laura Muñoz o Ana
Pérez, recientemente clasificada para los JJOO de Río de Janeiro, entre
otras muchas…
Por
último, dar mi agradecimiento a Alicia Fernández por su amabilidad y
por ayudarnos a conocer mejor un aparato tan especial como la Barra de Equilibrio.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO
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