Los
recientes éxitos obtenidos por los nadadores españoles en las últimas grandes
competiciones han hecho que los ojos de todo el deporte español se depositen
sobre la piscina. La portentosa actuación de las chicas de la Natación sincronizada
(que próximamente tendrán su propio “Descubriendo…” en este blog) en Londres’12
y Barcelona’13,
y la cosecha de medallas de la
mano de Melani Costa (plata en los 400 libres en los Mundiales de Barcelona 2013), y la inconmensurable Mireia Belmonte (4 oros
en los recientemente terminados Europeos de piscina corta de Herning, Dinamarca
y las 2 platas y el bronce en los Mundiales de Barcelona 2013) han supuesto un
espaldarazo tremendo a la
Natación española…
…pero
es bueno echar en estos momentos la vista atrás y recordar a aquellos que
durante muchos años han llevado la bandera española en sus gorros por las
piscinas de todo el mundo.
Desde
la creación del primer Club de Natación en España en 1907 (el Club Natación
Barcelona, de la mano de Bernat Picornell) hasta ahora ha
llovido un poco, y muchos han sido los nadadores que han dado momentos de
gloria a este país. Los primeros nadadores españoles en unos Juegos Olímpicos
fueron Joaquín Cuadrada y Abelardo López, quienes junto a la
selección de Waterpolo abrieron el camino del olimpismo a la Natación española en los Juegos de Amberes en 1920.
En esta foto, Bernat Picornell posa junto a la Selección nacional de Waterpolo que participó en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920. |
Muchos
grandes nadadores fueron pasando en las siguientes décadas, destacando entre
otros Guillem Alsina o Santiago Esteva (padre), pero las
medallas en eventos importantes tardaron en llegar. Fue Miguel Torres “El Konrads de
Sabadell” quien se colgó al cuello la primera medalla para un nadador
español en unos Campeonatos de Europa. Fue en Leipzig 1962 donde consiguió la
plata en los 1500 metros
libres, siendo únicamente superado por el húngaro Jozsef Katona. Su entrenador,
Kees
Oudigeest, fue uno de los responsables del crecimiento de la natación
española en la década de los 60.
Miguel Torres |
Miguel Torres |
Fueron
muchos los nadadores que alcanzaron un gran nivel internacional durante esta
década de los 60 y principio de los 70 como Joan Fortuny, Toni
Codina, Jesús Cabrera o Nazario Padrón entre otros, y los
éxitos empezaron a llegar. Jaime Monzó fue plata en los 200 espalda
del Europeo de Utrecht’66, y una buena pléyade de grandes nadadores
participaron el los JJOO de México 1968 (ver fotografía adjunta), pero sin duda
la gran figura de la época fue Santi Esteva (hijo), que en los
Europeos de Barcelona en 1970 se colgó cuatro medallas, tres de plata (100 y
200 espalda, y 400 libres) y un bronce (1500 libres). En mujeres una de las
nadadoras más destacadas de esta época fue Mari Pau Corominas y María
Ballesté.
Santi Esteva (izquierda) junto a sus compañeros de entrenamientos Gary Hall y Mike Stamm |
Mari Pau Corominas |
Santi Esteva |
Tras la hazana de Esteva en Barcelona se
produjo un periodo de vacío en lo que a medallas internacionales se refiere,
aunque hubo nadadores muy destacados como Jordi Comas, Natalia Mas (como
curiosidad, años después fue entrenadora de Laura Roca), Pere Balcells, Montserrat
Majó, Josep Pujol, Aurora Chamorro, Antonio
Culebras, Magda Camps,… y muchos más.
Jordi Comas |
Y
fue David
López-Zubero quien consiguió la primera medalla olímpica para la
natación española en Moscú’80. Su bronce en los 100 metros mariposa puso
a este español nacido en Jacksonville y forjado en la Universidad de Florida
en boca de todos.
Se
había formado un buen grupo de nadadores durante los primeros años de la década
de los 80, y Rafael Escalas en los Europeos de Split de 1981 fue capaz de
hacerse con la medalla de bronce en los 1500 libres. Y dos años después, en los
Europeos de Roma’83 volvió a ser David López-Zubero quien logró la
plata en los 100 mariposa.
Aunque
en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles’84 no hubo medallas en Natación, si se
hicieron buenos puestos como el diploma olímpico conseguido por Ricardo
Aldabe (7º en los 200 espalda). También disputaron aquellos Juegos los
hermanos Juan Enrique y Rafael Escalas, Harri
Garmendia, Enrique Romero, David López-Zubero, Javier
Miralpeix y Juan Carlos Vallejo.
Ricardo Aldabe |
Equipo nacional de Natación que participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 |
En
los Juegos de Seúl’88 llegó la segunda medalla olímpica de la Natación española de la
mano de Sergi López, quien logró el bronce en los 200 metros braza.
Durante esta década algunas de las mejores nadadoras españolas fueron Silvia
Parera, Natalia Autric, María Luisa Fernández y Natalia
Pulido.
Sergi López |
Llegado
a este punto y, antes de empezar con la irrupción de Martín López-Zubero como
gran figura mundial en 1989 y la primera medalla de la natación femenina en un
Europeo por parte de Silvia Parera en 1993, voy a hacer
un alto en esta particular cronología de la Natación española para tocar un aspecto mucho más
personal y que todo deportista aspira conseguir…
Martín López-Zubero |
Silvia Parera |
…
porque si hay algo a lo que cualquier nadador de élite aspira es a participar
en unos Juegos Olímpicos, el “Sueño Olímpico”, y quien mejor que alguien que ha
estado en dos Olimpiadas, que ha disputado cuatro Mundiales y once Europeos,
que ha sido Campeona de Europa en 4x200 libres en 2004, que ha sido
plusmarquista nacional en varias ocasiones y 16 veces campeona de España, que
ha conseguido siete medallas en los Juegos del Mediterráneo (cinco de ellas de
oro) entre otros muchos logros alcanzados en sus 22 años de carrera deportiva
como LAURA
ROCA (@lauraroca4), que muy amablemente nos ha enviado este texto de su puño y letra,
para contarnos como es esa experiencia única:
“Es difícil comprender el esfuerzo
que hace un deportista para conseguir sus metas, difícil de entender para una
persona normal que un nadador se levante cada día a las 5 de la mañana para
tirarse al agua a las 6…-¡¡Que locura!!- me decían mis compañeras de clase. Con
tan sólo 12 años ya tenía esos horarios y disciplina a mis espaldas.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Perseguí un sueño, supongo que el de
todo deportista, llegar a lo más alto: Participar en unos Juegos Olímpicos.
Conseguí clasificarme en el Campeonato
de Europa de Helsinki 2000. Fue en la semifinal de los 200 libres, en la que
competí al lado de Martina Moravkova, la favorita de la prueba en aquel
entonces. Pensaba que a partir de los 100 metros me dejaría,
pero no fue así, le aguanté el ritmo y llegué a la pared con ella. Miré a la
grada donde se encontraban todos mis compañeros de selección y los vi
levantados, aplaudiendo con fuerza y emoción. Tenía claro que algo importante
había logrado y así fue… Aparte del pase para la final del día siguiente, había
conseguido la clasificación para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
La preparación para Sydney fue dura.
Tuvimos que entrenar todo el mes de agosto sin descanso, ya que los Juegos se
celebraron en septiembre. Viajamos unas tres semanas antes de la competición
para adaptarnos al cambio horario. Nos alojamos a unos 100 Km de Sydney, en la base
militar australiana de Albury. Los días se hacían eternos. Era tanta la ilusión
que teníamos por estar en la Villa Olímpica ,
por ir a la ceremonia de inauguración, por compartir comedor con los famosos,…
que los minutos no avanzaban en los relojes.
Pero llegó el día, la concentración
de Albury se había acabado y tocaba trasladarse a la Villa Olímpica.
Recuerdo que era como una ciudad en
pequeño, las calles tenían nombres de animales y colores. Cada país estaba en
una zona de un color distinto. Nos tocó una casita de 15 personas. Estábamos
las nadadoras y el dúo de natación sincronizada. A los lados teníamos otras
selecciones como las de Hockey Hierba, Voleibol, Balonmano, Tenis,…etc. Todo
era alucinante, el comedor estaba formado por puestos de todos los tipos de
cocina del mundo, y allí era donde nos concentrábamos en nuestro tiempo libre
para tomar un café o conversar. Todo lo que descubríamos en la Villa era emocionante.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
El día 15 de septiembre fue uno de
los días soñados: Era la Ceremonia
Inaugural. En nuestra casita se vivieron carreras, sesiones
de peluquería improvisadas, planchado de uniformes, todo a toda prisa para
estar guapas antes de las fotos de rigor.
Nos trasladaron horas antes al
recinto de gimnasia, que estaba al lado del Estadio. Allí nos sentaron
ordenados por países. Spain, como os podéis imaginar, salía de los últimos. Eso
significaba una hora más de espera.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Por suerte nos dejaron cambiar los
zapatos del uniforme por unos más cómodos. Veíamos la salida de los países al
desfile por una pantalla gigante. Todos estábamos nerviosos y con ganas de
salir.
El momento llegó. Nos vinieron a
buscar los voluntarios que traían nuestra bandera. Le hicieron entrega de la
misma a Manel Estiarte, él era nuestro abanderado, mítico en su deporte y,
encima, del mundo del agua… No podíamos tener mejor representante.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Nos dirigimos a la puerta del
Estadio, estábamos todos en el túnel esperando cuando por megafonía se oyó lo
esperado: ¡¡ SPAIN !!. Estiarte se giró, nos miró y saltando dijo:
¡¡¡¡¡
Vamoooooooooosssssssssss Españaaaaaaaaa !!!!!
Piel de gallina, lágrimas en los
ojos; empezamos a caminar y las luces del Estadio nos nublaron la vista. Dios mío,
el Estadio estaba a tope y todo el mundo nos saludaba eufóricamente. Es la
sensación más bonita que he tenido en mi vida. Hicimos los 400 metros de la pista
saludando sin cesar, gritando, haciéndonos fotos, compartiendo sensaciones…
Mágico, como si estuviéramos caminando entre algodones. No hay palabras para
poder describir lo que sentí.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Después se iniciaron las
competiciones y la vida en la Villa Olímpica
fue estupenda, pero nada sustituiría el momento del acto inaugural.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
En décimas de segundo pasan por tu
cabeza los momentos sufridos, las derrotas, los malos ratos, los bajones, las
decepciones, el sacrificio, las cosas que has dejado a un lado,…etc. Pero sin
duda, después de eso yo lo tuve claro: Haría lo que fuera necesario para
participar en otros Juegos, me sacrificaría lo que me pidieran para repetir lo
vivido.
Lo luché durante 4 años más y lo
conseguí!!!. Logré participar en mis segundos Juegos Olímpicos en Atenas 2004.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Los sueños, a menudo, se hacen
realidad, sólo hace falta desear algo con todas tus fuerzas y trabajar para
ello.
Fotografía gentileza de Laura Roca |
Ahora, han pasado 10 años desde mi
última participación en unos Juegos Olímpicos, y la pregunta típica que me
hacen es: “Si volvieras atrás, ¿volverías a ser nadadora y pasarías por todo el
sacrificio que pasaste?”. Dejo a los lectores acertar la respuesta”
Laura Roca”
Tras
leer este texto de Laura, para un simple apasionado del deporte como yo, hace
que me conciencie mucho más del sacrificio que realizan los deportistas de
élite y el valor que tienen sus éxitos, de las horas y horas de entrenamientos,
de los reveses que suponen las lesiones, de los malos momentos cuando no llegan
los resultados deseados, y que en el mejor de los casos finalmente logran hacer
cumplir sus sueños.
Próximamente
escribiré la segunda y definitiva parte de este artículo, centrándome en los
logros de la Natación
española en los últimos veinticinco años.
Otros artículos sobre Natación en
este blog:
Ignacio
Ortiz
@00CAFETERO