domingo, 28 de abril de 2013

A DIOS LE ENCANTABA EL DISFRAZ DE JORDAN

            Nueva colaboración de Alberto Paulino (@titohellfire), recordándonos uno de los míticos partidos de Michael Jordan: "The Shrug Game".


A DIOS LE ENCANTABA EL DISFRAZ DE JORDAN


            Desde que Larry Bird dijera esa frase mítica "hoy he visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto" tras un partido en el que Jordan les endoso 63 puntos en Play-Offs en el Boston Garden; Jordan ha hecho miles y miles de diabluras pero siempre me pregunté ¿No seria a Dios a quien le gustaba despejarse un poco de la gran algarabía que debe de llevar ahí arriba, bajarse un rato al mundo de los mortales, pillar el disfraz del señor "Air" y liarla un ratillo?... pues pienso que este fue uno de esos días.



            Os cuento: Estamos en el año 1992, primer partido de las finales de la NBA en el Chicago Stadium contra los Portland increíbles de Clyde Drexler, Terry Porter, Jerome Kersey… por citar los mejores, y que ya fueron finalistas 2 años antes.





             Comienza el partido y estos Portland se ponen en los 6 primeros minutos con un marcador de 17-9 que provoca que Phil Jackson tenga que pedir un tiempo muerto para parar lo que se le estaba viniendo encima. Termina el tiempo muerto y acto seguido, ocurrió esto:




            En tan solo un cuarto y medio Jordan deleitó al mundo del baloncesto con los 18 minutos mas impresionantes que uno pueda imaginarse, fue de esos días en el que uno esta sentado viendo el televisor y preguntándose: ¿Estaré soñando?. ¿De verdad esto que estoy viendo esta sucediendo?. 



             Jordan en esos minutos mágicos batió el record de unas finales en lo que a triples se refiere en medio tiempo con 6 y quedará para la posteridad esa cara del "Dios" del baloncesto en plan pilluelo mirando a la cámara como diciendo; "Hoy tiro desde el cielo y la meto seguro".



            Como todos sabemos, el anillo fue por segundo año consecutivo para los Chicago Bulls que ganaron a los Portland en las series por 4 a 2, pero siempre nos quedará en la retina como recordatorio esta hiperbólica actuación del más grande en este primer partido de las finales.


            Espero que disfrutéis de este articulo;)

Alberto Paulino
@titohellfire

sábado, 27 de abril de 2013

JACKIE ROBINSON, LEYENDA DEL BASEBALL


            Hay deportistas que traspasan la barrera de su propio deporte para entrar en el Olimpo del deporte mundial, y Jackie Robinson es uno de ellos. Es una leyenda del Baseball por su calidad como jugador, pero también por ser el primer jugador de color que derribó la barrera de la segregación racial existente en ese deporte cuando debutó con los Dodgers en 1947.



            Es una pena que un ídolo del deporte rey en Estados Unidos como Jackie apenas sea conocido en España, y nos podemos dar por satisfechos si vemos en la parte final de la sección de deportes de cualquier noticiario 10 segundos con imágenes de Baseball en la que todos los jugadores llevan el número 42 en sus camisetas.



            Eso sucede todos los 15 de Abril desde 2004, cuando se celebra el “Jackie Robinson Day” y los jugadores de todos los equipos que juegan llevan ese dorsal en sus camisetas en honor a Jackie. Hay que decir que ese número “42” fue retirado por la MLB en 1997.


            Jack Roosevelt Robinson nació en Cairo, Georgia, el 31 de Enero de 1919. Fue el menor de seis hermanos y su padre los abandonó cuando Jackie tenía seis meses. Se trasladaron a Pasadena (California) donde pasó su infancia. El deporte lo llevaba en las venas, no en vano su hermano mayor Matthew “Mack” Robinson fue medallista olímpico (plata en los 200 metros lisos por detrás de Jesse Owens) en los JJOO de Berlín 1936.

Mack Robinson, hermano de Jackie
            Desde joven destacaba en todos los deportes que practicaba, y de hecho cuando fue a la Universidad en UCLA obtuvo el reconocimiento “Varsity letters” en cuatro deportes diferentes: Baloncesto, Fútbol Americano, Baseball y Atletismo, siendo el primero en conseguirlo en esa universidad.



            Por problemas económicos tuvo que abandonar la Universidad y se fue a Hawaii para jugar con los Osos de Honolulu en una liga semiprofesional de Fútbol Americano, pero tuvo que dejarlo al ser llamado a filas en la Segunda Guerra Mundial.


            En el ejercito llegó al grado de segundo teniente, pero tras un incidente (se negó a cumplir una orden de sentarse en la zona trasera de un autobús, zona de negros) fue juzgado por una corte marcial y tras ser absuelto recibió la “baja con honores” del ejercito.


            Tras este suceso empezó a jugar al Baseball en la “Negro League” con los Kansas City Monarchs, donde destacaba como un jugador muy versátil.


            Desde 1890 existía un acuerdo verbal de caballeros entre los mandamases de los equipos de las ligas mayores de Baseball para no permitir que hubiese jugadores de color en sus equipos. En 1945, el General Manager de los Brooklyn Dodgers, Branch Rickey, lanzó un órdago a la liga con el beneplácito del comisionado Happy Chandler, y fichó a Jackie. Primeramente fue asignado a los Montreal Royals, equipo filial en Florida de los Dodgers en las ligas menores, consiguiendo las Little World Series.


            Y por fin llegó su gran día: El 15 de Abril de 1947 Jackie Robinson debutó en las Ligas Mayores de Baseball, siendo el primer jugador de color en hacerlo, y además consiguió la carrera que le dio la victoria a su equipo.



            Durante esa temporada tuvo que soportar continuas vejaciones por parte de sus propios compañeros, rivales, público, recibiendo pelotazos intencionados de los pitchers rivales, el desprecio de sus compañeros que no se sentaban junto a él, amenazas de huelga de equipos rivales, insultos continuos de los aficionados que lanzaban gatos negros al campo, escupitajos de los catchers rivales, pisotones de los bateadores cuando llegaban a su base, e incluso recibió cartas con amenazas de muerte. Pero Jackie no se rindió.



            Al final de su primera temporada consiguió ser nombrado “Rookie del año”, pero sobre todo se ganó el respeto de sus compañeros y rivales, como el día que Pee Wee Reese, viendo los abucheos e insultos hacia Robinson, atravesó el campo para echarle el brazo por los hombros, momento que ha pasado a la historia.




            Durante las siguientes temporadas se afianzó poco a poco en la liga y en su equipo, consiguiendo el galardón de MVP (jugador más valioso) de la temporada 1949. Ayudó a su equipo a lograr seis veces el título de la Liga Nacional, y como colofón fue muy importante su aportación para conseguir el título en las Series Mundiales de 1955, siempre con los Dodgers. Disputó seis veces el All Star.



            En diciembre de 1956 fichó por los New York Giants, para anunciar su retirada un mes después. A lo largo de sus diez años como profesional consiguió un promedio de bateo muy bueno (.311) pero quizá el dato más significativo son sus 19 “robos” del Home.



            Fue incluido en el Hall Of Fame en 1962, el primer año que era elegible, y tras su retirada hizo una gran labor social en contra de la segregación racial. Durante sus últimos años de vida sufrió serios problemas físicos: un infarto y una diabetes que lo dejó casi ciego. Hizo su última aparición pública en las Series Mundiales de 1972, falleciendo pocos días después (24-10-1972) de un segundo infarto.
           

            Como muestra de su leyenda, recientemente se ha estrenado en Estados Unidos una película titulada “42” basada en la vida de Jackie Robinson, protagonizada por Chadwick Boseman y Harrison Ford, y dirigida por Brian Helgeland. Confío en que pronto tengamos este film en las carteleras españolas y podamos conocer mejor a este mito del deporte: JACKIE ROBINSON.







Ignacio Ortiz
@00CAFETERO